En un desarrollo pionero que podría alterar de forma significativa el panorama de la movilidad eléctrica, un equipo de investigadores ha presentado un nuevo sistema de carga inalámbrica capaz de recargar vehículos eléctricos con una velocidad y eficiencia sin precedentes.
Este avance, desarrollado por un consorcio internacional de científicos liderado por especialistas del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), promete no solo aumentar la conveniencia de la carga de vehículos eléctricos sino también hacerla más accesible y eficiente desde el punto de vista energético.
El innovador sistema, que aún está en fase de prototipo, ha demostrado la capacidad de cargar baterías de vehículos eléctricos a una potencia de 120 kW, superando significativamente las capacidades de los sistemas de carga inalámbrica existentes.
Carga inalámbrica para los coches eléctricos
Lo que distingue a este nuevo método de sus predecesores es su revolucionario diseño de «superconducción enfriada«, que permite una transferencia de energía mucho más eficiente y rápida entre la fuente de carga y el vehículo.
La tecnología se basa en un mecanismo avanzado de inducción magnética, que facilita la transferencia de energía eléctrica sin que exista la necesidad de realizar conexiones físicas directas. Lo que hace único a este sistema es su uso de materiales superconductores, los cuales reducen casi a cero la resistencia eléctrica, permitiendo de esta forma una carga ultra-rápida sin las pérdidas energéticas típicamente asociadas con los sistemas de carga tradicionales.
Según el equipo de investigación, este avance supone un hito muy importante en la carga de los coches eléctricos. Al eliminar las barreras de tiempo y eficiencia que se encuentran asociadas a la carga tradicional, la tecnología se acerca a conseguir una infraestructura de movilidad eléctrica realmente sostenible y de alta penetración.
Un diseño fácil de integrar
El sistema no solo destaca por su velocidad y eficiencia sino que también destaca por su diseño compacto y flexible, que puede integrarse con facilidad en estacionamientos, hogares y eventualmente, en carreteras, lo que permite la carga en movimiento, un concepto conocido como «carga dinámica«. Esta característica podría, en teoría, permitir a los vehículos eléctricos recargar mientras circulan por carreteras equipadas con la tecnología, reduciendo de esta forma la necesidad de detenerse para recargar y aumentando significativamente la autonomía de los vehículos.
Más allá de sus aplicaciones inmediatas, los investigadores ven un futuro en el que esta tecnología podría ser utilizada para alimentar de manera inalámbrica una amplia gama de dispositivos eléctricos, desde drones hasta dispositivos portátiles, revolucionando así no solo el transporte sino también el consumo de energía en numerosos sectores.
Aunque aún hay muchos desafíos por superar, especialmente en términos de costos y la implementación a gran escala de infraestructura compatible, el equipo está trabajando en colaboración con fabricantes de vehículos eléctricos y entidades gubernamentales para poder acelerar la adopción de esta tecnología. Con los ensayos en campo ya planificados para el próximo año, este avance podría estar en las calles más pronto de lo que muchos podrían esperar, marcando así el comienzo de una nueva era en la carga de vehículos eléctricos.