El bicarbonato de sodio tiene propiedades para ser utilizado como medicamento frente a la acidez estomacal. No obstante, este tratamiento debe llevarse a cabo bajo las indicaciones de un especialista médico para evitar posibles inconvenientes.
A pesar de su uso como medicamento, el bicarbonato también cuenta con numerosas utilidades para la vida cotidiana de las personas. Si bien, muchos de estos usos son desconocidos para muchos ciudadanos.
Este elemento se puede utilizar en cocina, limpieza, cosmética e incluso higiene. Todo ello se debe a sus grandes propiedades, aunque a veces es necesaria la combinación con otros productos para que se complete dicha utilidad.
Usos del bicarbonato de sodio
En primer lugar, algunos expertos destacan el bicarbonato de sodio como un elemento que ayuda a conservar el color de las verduras durante la cocción de las mismas. Esta utilidad tiene lugar gracias a las propiedades del bicarbonato como sustancia alcalina. Basta con verter una cucharada de café en el agua de cocción de las verduras.
También se utiliza, en determinados casos, para la repostería. Las propiedades del bicarbonato de sodio pueden ayudar a que el pastel suba con fuerza a la hora de cocinarlo al horno.
En este sentido, el bicarbonato también puede contribuir a corregir la acidez de la salsa de tomate. Con una pequeña cucharada de bicarbonato se puede corregir dicha acidez, aunque algunas personas prefieren añadir azúcar.
Higiene
Respecto a la higiene, el bicarbonato de sodio puede actuar como blanqueador de los dientes. Sin embargo, este uso no es especialmente recomendable, ya que una utilidad en exceso puede provocar alergias en las encías o resultar abrasivo. Con un empleo de dos veces al mes bastará. Para aplicar en los dientes es necesario elaborar una especie de pasta con agua y utilizar un cepillo de dientes.
El bicarbonato, además, también puede actuar a modo de desodorante. Es un método natural para combatir el mal olor de las axilas. Para esta aplicación es necesario espolvorear el bicarbonato de sodio en la axila húmeda.
Usos en la limpieza
Finalmente, una de las utilidades estrellas del bicarbonato de sodio se centra en la limpieza. Ayuda a acabar con las humedades de las baldosas. Este elemento permite eliminar el moho que se acumula en el baño. Especialmente, a la suciedad que se incrusta en las juntas de yeso de las baldosas.
No debemos pasar por alto que el bicarbonato también se puede utilizar para limpiar metales preciosos. Más concretamente, tiene una utilidad comprobada en la limpieza de oro y plata.
La manera más cómoda de limpiar oro y plata con bicarbonato consiste en realizar una pasta con este elemento y agua. Posteriormente, utilizando un cepillo de dientes se frota sobre la suciedad de la joya en cuestión.
Por último, es necesario resaltar el poder desincrustante del bicarbonato de sodio. Así, funciona como un elemento ideal para limpiar la base de los hornos, en la que se suele acumular el jugo de los alimentos cocinados.
Para limpiar los hornos, es recomendable espolvorear un poco de bicarbonato, verter agua con un difusor y dejar aplicar durante toda una noche. Un procedimiento que también se puede utilizar para otros elementos de cocina como el microondas.