La DGT tiene entre manos una revolución en nuestras carreteras. De cara a 2025, nuevas normas de circulación entrarán en vigor y ésta se centra en una maniobra esencial: el adelantamiento en autopistas y autovías. Esta maniobra quiere disminuir riesgos; la idea es mejorar la seguridad, sobre todo en situaciones difíciles, ya sean condiciones meteorológicas adversas o tráfico con mucha densidad vehicular. En efecto, muchos conductores practican el adelantamiento zigzagueando entre carriles, una acción que, aunque extendida, es peligrosísima.
La DGT estima que estas maniobras no sólo son fuente de frenadas imprevistas, sino que también aumentan las probabilidades de accidentes. Por eso, la institución destaca la ejecución de la la regla RSM: el retrovisor, señalizar la maniobra y ejecutarla con tranquilidad y previsión. La nueva normativa promete un cambio de mentalidad en los conductores. El objetivo es meridiano: proponer un tipo de conducción más responsable y, en especial, evitar situaciones que pudiesen entorpecer la acción de los vehículos de emergencia y de servicios del tipo de mantenimiento de carreteras, como las quitanieves.
Las claves de la normativa de la DGT para los adelantamientos
A partir de 2025, limitando la maniobra de los adelantamientos en autopistas, autovías y carreteras convencionales, se establecen limitaciones en determinadas ocasiones. La DGT incorporará una nueva limitación al artículo 31 del Reglamento General de Circulación, en supuestos de alta congestión o de condiciones climáticas adversas. El principal objetivo será dar paso a los vehículos que son esenciales, a ambulancias, a vehículos de mantenimiento. En palabras de la subdirectora adjunta de Circulación de la DGT, Ana Blanco, «cuando el clima complica la conducción, es necesario que los servicios de emergencia puedan realizar su trabajo sin obstáculos». Este enfoque busca evitar el colapso de las carreteras y facilitar la limpieza de carreteras, sobre todo en nevadas o tormentas. Además de eso los conductores también tendrán que extremar precauciones en estas ocasiones. La DGT subraya que la seguridad tiene que ser la prioridad y que estas normas no son un capricho, sino una respuesta a situaciones reales y frecuentes.
Cómo afectarán los cambios de la DGT
La medida afectará en cómo se conducirá en nuestras autopistas. Habrá más controles y sanciones a aquellos que no respeten las nuevas normas. Si bien algunos automovilistas lo puedan tomar como un freno, la DGT asegura que se verá el beneficio colectivo: menos accidentes y carreteras más seguras. A largo plazo, se espera que éstas ayuden a reducir el estrés al volante. Con una cantidad de adelantamientos bruscos decreciente y una mayor previsibilidad, el tráfico será más fluido. Por eso, si eres de esas personas que disfrutan de ir a fondo o de acelerar al cambiar de carril sin mirar demasiado, es mejor que empieces a hacer un cambio de chip. El 2025 será un antes y un después en nuestras carreteras. La DGT no sólo quiere evitar sustos, sino que quiere promover una convivencia mucho más respetuosa al volante. Quizá dichas restricciones sean un pequeño sacrificio que todos agradeceremos dentro de no mucho. ¿Listos para adaptarse? La carretera lo agradecerá.