A lo largo de la historia, el ser humano ha buscado constantemente mejorar su entorno y la construcción ha jugado un papel fundamental de esta evolución. Desde las primitivas viviendas hechas con pieles y palos hasta las modernas estructuras de acero y hormigón, los materiales de construcción han sido un elemento que ha centrado el progreso.
No obstante, muchos de los materiales utilizados en el pasado no garantizaban la durabilidad, eficiencia o sostenibilidad que se buscan en la actualidad.
Revolución en la construcción
A día de hoy, la industria de la construcción está experimentando una revolución impulsada por innovaciones en materiales que prometen cambiar de forma radical la forma en que realizamos las edificaciones de las viviendas. Entre estos materiales, destacan cinco por sus propiedades y potenciales impactos en la construcción:
- La hidrocerámica, concebida por el Institute of Advanced Architecture of Catalunya (IAAC), representa una alternativa innovadora al aire acondicionado convencional. Esta composición de burbujas de hidrogel, capaces de retener grandes cantidades de agua, se combina con materiales como la cerámica y la tela. Cuando se enfrenta al calor, estas burbujas liberan el agua, reduciendo la temperatura del ambiente en hasta seis grados. Este sistema funciona como un refrigerante por evaporación, ofreciendo un ambiente más fresco y húmedo sin los efectos nocivos del aire acondicionado tradicional.
- Los paneles solares en spray desarrollados por la Universidad de Sheffield representan una revolución en la eficiencia energética. Este spray contiene perovskita, un mineral que transforma cualquier superficie en un panel solar capaz de captar hasta un 20% de la energía solar. Aunque todavía se encuentra en fase de desarrollo, esta tecnología ofrece una alternativa potencialmente más económica y espacialmente eficiente que los paneles solares convencionales.
- El Breathe Brick, concebido por Carmen Trudell, se presenta como una solución innovadora para reducir la contaminación en entornos urbanos. Estos ladrillos se integran en la estructura de los edificios y actúan como aspiradoras de partículas contaminantes, filtrándolas para conseguir de esta manera, mejorar la calidad del aire.
- Las resinas auto-reparables, producto de la investigación en la Universidad de Alicante, representan un avance significativo en la durabilidad de los materiales de construcción. Estas resinas transparentes y flexibles pueden repararse a sí mismas en tan solo segundos tras sufrir daños. Además, tienen la capacidad de recuperar su forma original en poco tiempo después de ser manipuladas o dañadas.
- El biohormigón desarrollado por la Universidad Tecnológica de Delft introduce bacterias y lactato de calcio en su composición. Estas bacterias, al entrar en contacto con el agua, generan una reacción química que produce caliza, lo que permite que el hormigón pueda repararse a sí mismo en caso de que se produzcan grietas.
Estos materiales representan un hito en la construcción, marcando el comienzo de una era centrada en la sostenibilidad, eficiencia y durabilidad. Aunque algunos aún están en fase experimental, su potencial para transformar la industria de la construcción y mejorar la calidad de vida es innegable. Cada avance en este campo impulsa a la industria hacia una mayor innovación y respeto por el medio ambiente.