La Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado cambios significativos en el proceso de renovación del carnet de conducir para personas mayores de 65 años, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y reducir la cifra de fallecidos en accidentes de tráfico.
Este cambio implica la introducción de pruebas médicas más exigentes y rigurosas, donde un profesional de la salud certificará que el conductor no presenta problemas de visión que puedan afectar su capacidad para conducir.
La importancia de esta medida se evidencia al considerar que uno de cada tres fallecidos en accidentes de tráfico en la Unión Europea en 2023 tenía más de 65 años. En España, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT, el 28% de las 1,145 personas que perdieron la vida en carreteras interurbanas pertenecían a este grupo de edad.
La DGT quiere reducir la siniestralidad
Estos datos subrayan la necesidad de abordar de manera efectiva los desafíos relacionados con la seguridad de los conductores mayores.
Aunque en España no existe un límite de edad para conducir y la renovación del permiso se realiza cada cinco años después de cumplir los 65, la implementación de pruebas médicas más frecuentes busca garantizar que aquellos que continúan conduciendo mantengan las capacidades y aptitudes necesarias para hacerlo de manera segura.
Diversos estudios europeos han destacado que, a medida que los conductores envejecen, experimentan un deterioro físico y psíquico que puede afectar negativamente a su capacidad de conducción.
Es muy importante reconocer que la idoneidad para conducir no está determinada únicamente por la edad, sino por el estado de las capacidades y aptitudes del conductor.
Hasta ahora, el proceso de renovación del carnet de conducir seguía los mismos criterios de reconocimiento médico para todas las edades, con la única variación de un periodo de validez menor en caso de detectarse enfermedades o deficiencias, aunque esto no impedía directamente la renovación.
Respaldo de las instituciones a la DGT
La Unión Europea, como parte de su compromiso con la seguridad vial, ha respaldado esta iniciativa, que representa un cambio significativo en la forma en que se evalúan las habilidades de los conductores mayores de 65 años.
Las pruebas médicas más exigentes se centran especialmente en la visión, y los resultados serán determinantes para la aprobación o denegación de la renovación del carnet de conducir.
Cabe destacar que el trámite de renovación tendrá un costo uniforme de 24,58 euros para todos los conductores, y solo aquellos mayores de 70 años estarán exentos del pago de tasas de tráfico, debiendo abonar únicamente el importe del reconocimiento médico.
Este cambio en la política de seguridad vial de la DGT no es la única medida que se espera implementar en el próximo año. La institución también tiene previsto priorizar la seguridad de los motoristas mediante la actualización de los contenidos de los cursos de recuperación de puntos, la obligatoriedad del uso del casco integral y guantes homologados para motoristas en vías interurbanas, y la exigencia de un curso obligatorio para conductores con más de tres años de experiencia que deseen manejar motos de hasta 125 cc con el permiso B. Estas medidas demuestran el compromiso continuo de la DGT con la seguridad vial en todas las edades y modalidades de conducción.