El mundo de la construcción está dando pasos de gigante en la evolución de materiales para construir edificaciones más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, ya que hablamos de uno de los sectores más contaminantes del mundo. Pero su evolución va mucho más allá de las emisiones o de facilitar la construcción a los trabajadores del sector, la seguridad también está ganando protagonismo.
El SmartHat se presenta como una revolución en el ámbito de la construcción, llevando la protección laboral a un nuevo nivel al integrar sensores, cámaras y funciones inteligentes en un casco de obra.
Este casco supone una gran evolución para el mundo de la construcción, y se espera que pronto sea un accesorio común entre todos los trabajadores, ya que proporciona una serie de ventajas que los cascos tradicionales no pueden ofrecer.
El casco que cambia la construcción
Este dispositivo no solo se centra en garantizar la seguridad del trabajador, sino que va más allá al proporcionar soluciones inmersivas, inteligentes y analíticas para mejorar la conectividad, colaboración y coordinación en el entorno laboral.
Desde el punto de vista de la seguridad, el SmartHat utiliza una carcasa de ABS endurecido, el mismo material empleado en cascos para trabajadores en altura. Este material ofrece resistencia y ligereza, asegurando la comodidad del usuario. La clasificación del casco es de Tipo 1/Clase 3, brindando protección contra la caída de objetos, aunque no está diseñado para riesgos eléctricos.
Uno de los puntos destacados del SmartHat es la incorporación de un sensor extraíble que alerta sobre la presencia de 17 gases distintos, proporcionando una advertencia temprana para que los trabajadores puedan evacuar el área afectada. Asimismo, cuenta con un sensor de proximidad que utiliza retroalimentación háptica para alertar al usuario sobre objetos cercanos por encima de la cabeza.
El dispositivo está equipado con dos cámaras HD en la parte frontal y posterior del casco, permitiendo la supervisión remota del entorno de trabajo. La cámara principal incluye un sensor de infrarrojos para condiciones de poca luz, mientras que la cámara trasera ofrece un amplio ángulo de visión de 160 grados. Además, el usuario puede grabar vídeos o tomar fotos utilizando botones laterales.
La conectividad del SmartHat es impresionante, con un sistema multicanal que facilita llamadas y videollamadas bidireccionales. La versatilidad se logra mediante la posibilidad de utilizar 4G/5G, Wi-Fi, Bluetooth, NFC, LoRaWAN o PTT para mantener la conectividad inalámbrica.
Alerta de la salud y del entorno
Más allá de la seguridad convencional, el SmartHat introduce funciones de monitoreo de la salud del usuario y del entorno. Los gestores pueden recibir notificaciones sobre niveles anómalos de temperatura corporal, oxígeno en sangre o frecuencia cardíaca, brindando una capa adicional de seguridad. Además, el dispositivo controla factores ambientales como temperatura, presión atmosférica, humedad, ruido y luz. El SmartHat también integra notificaciones inalámbricas para eventos como caídas, salida de zonas geocercadas o la ausencia del casco en áreas críticas. Además es resistente al agua según la norma IP67, por lo que el casco puede sumergirse hasta un metro durante 30 minutos.
El único botón en la parte frontal activa una función de emergencia, enviando una alerta inalámbrica y haciendo parpadear luces integradas para señalar una situación crítica. La batería de iones de litio y fosfato, ubicada en la parte trasera, alimenta todos los componentes electrónicos, aunque la capacidad y autonomía exactas aún no han sido especificadas por el fabricante.
Aunque el SmartHat aún está en desarrollo, la anticipación por ver este revolucionario dispositivo en acción crece. La presentación de un prototipo en la feria CES 2024 promete ser un hito importante en la introducción de esta innovación en el sector de la construcción.
La incorporación de tecnología avanzada en el sector de la construcción, como la presentada por SmartHat, no solo redefine los estándares de seguridad laboral, sino que también promete transformar la forma en que los trabajadores interactúan y colaboran en el entorno de trabajo. La convergencia de sensores, cámaras y conectividad inalámbrica en un dispositivo compacto y funcional ofrece beneficios que van más allá de la simple protección física.