Si tu alfombra está sucia y desgastada y has probado numerosos productos de limpieza sin obtener resultados satisfactorios, no te preocupes, ya que en esta oportunidad te revelaremos un secreto casero para limpiar tu alfombra de manera sencilla, efectiva y económica.
Con tan solo una botella de spray, un cepillo, bicarbonato de sodio y sal, podrás darle una nueva vida a tu alfombra. Solo sigue estos simples pasos y descubre cómo transformar tus espacios con una alfombra impecable.
Pasos, ingredientes y herramientas para limpiar la alfombra
Con solo tener las herramientas y los ingredientes necesarios, para luego seguir los pasos correspondientes, será suficiente para tener una alfombra bastante limpia.
Paso 1: Preparación de los materiales
Para poder comenzar a aplicar este truco debes contar con los siguientes materiales:
- Una botella de spray
- Un cepillo de cerdas suaves
- Bicarbonato de sodio
- Sal común
- Un trapo seco y limpio
Una vez que tengas estos elementos listos, estás preparado para darle a tu alfombra el cuidado que se merece.
Paso 2: Preparación de la mezcla limpiadora de alfombras
La mezcla que vas a crear es simple pero bastante poderosa, y para comenzar debes llenar la botella de spray con agua fría. El agua fría es ideal para no dañar las fibras de la alfombra y para garantizar que las manchas no se fijen aún más.
Luego agrega una cantidad moderada de bicarbonato de sodio y sal en la botella. Estos ingredientes desempeñarán un papel fundamental en la limpieza de tu alfombra.
Paso 3: Rocía la mezcla sobre la alfombra
Es importante rociar la mezcla de manera uniforme sobre la alfombra, y para esto debes comenzar en un extremo y avanzar hacia el otro, asegurándote de que toda la superficie quede húmeda pero no esté empapada.
Evitar el exceso de humedad es importante, ya que esto podría dañar las fibras y provocar la formación de moho.
Paso 4: Cepilla con cuidado
Una vez que hayas rociado la mezcla sobre la alfombra, utiliza el cepillo de cerdas para frotar con movimientos suaves y circulares.
Asegúrate de seguir la dirección de las fibras de la alfombra. Esto ayudará a aflojar la suciedad y las manchas incrustadas sin causar daños.
Paso 5: Retira la suciedad suelta
Después de cepillar la alfombra, utiliza un trapo seco y limpio para retirar la suciedad y las manchas sueltas.
Esto te permitirá ver resultados inmediatos y evitar que la suciedad vuelva a depositarse en la alfombra. Asegúrate de cambiar el trapo o lavarlo si se ensucia demasiado durante este proceso.
Paso 6: Deja Secar al aire libre
Una vez que hayas eliminado la suciedad suelta, vuelve a rociar una capa ligera de la mezcla sobre la alfombra y deja que la alfombra se seque al aire libre.
La ventilación ayudará a eliminar la humedad y cualquier olor desagradable que pueda haber quedado en la alfombra.
Paso 7: Retira los restos de sal y bicarbonato
Cuando la alfombra esté completamente seca, es hora de eliminar los restos de sal y bicarbonato de sodio. y esto puedes hacerlo de dos maneras.
La primera opción es utilizar un cepillo de cerdas suaves para cepillar la alfombra en la dirección de las fibras, lo que ayudará a desalojar los residuos secos. Mientras que la segunda opción es utilizar una aspiradora con un accesorio de cepillo suave para garantizar que no quede ningún residuo en la alfombra.
Consejos adicionales que también debes seguir
Primero que nada, debes realizar esta limpieza en un día soleado para acelerar el proceso de secado.
Si tienes mascotas en casa, es posible que desees agregar unas gotas de aceite esencial con aroma agradable a la mezcla para poder eliminar los olores.
Si tienes manchas difíciles, como las de vino tinto o café, puedes aplicar un poco de vinagre blanco antes de la mezcla de bicarbonato y sal, para ayudar a eliminarlas.