Los desafíos de la construcción pueden devolvernos a la edad de piedra

La piedra podría ser la solución definitiva para las altas emisiones que se producen en el mundo de la construcción.

La piedra podría reducir de manera drástica los problemas de contaminación de la construcción

La piedra podría reducir de manera drástica los problemas de contaminación de la construcción

La industria de la construcción se enfrenta a un desafío importante y, según algunas perspectivas en el sector, la solución podría encontrarse en un material que ha estado con nosotros toda la historia de las construcciones, nada más y nada menos que la piedra.

Aunque no es una novedad en términos de recurso, su resurgimiento como material de construcción sostenible y eficiente sí lo es. Algunos profesionales consideran que las rocas extraídas de canteras podrían ser la respuesta para reducir la huella de carbono dejada por la industria al emplear materiales como el hormigón o el acero.

La construcción ha sido señalada como una de las principales fuentes de contaminación, contribuyendo significativamente a las emisiones globales de CO2. La fabricación de materiales como el hormigón y el acero ha sido objeto de estudio por su impacto ambiental, con el hormigón siendo responsable del 8% de las emisiones globales de CO2 en  el año 2021 y el acero contribuyendo con el 5% de las emisiones en la Unión Europea, y más si se considera a nivel mundial.

La piedra como solución a las emisiones de carbono

La propuesta de utilizar piedras como recurso principal en la construcción va más allá de emplearlas solo como revestimiento, buscando integrarlas en las propias estructuras , como columnas y vigas de piedra maciza. Esta idea, respaldada por arquitectos y profesionales del sector, argumenta que la piedra es resistente, duradera, ignífuga y abundante, con emisiones significativamente menores en comparación con otros materiales.

El uso de piedra maciza en lugar de bloques de hormigón revestidos con piedra, según estimaciones de Groupwork, podría reducir los costos de construcción hasta en un 24%. Ejemplos concretos respaldan esta teoría, como el edificio 15 Clerkenwell Close en Londres, construido con una estructura de piedra caliza, que evidencia un costo de 1.950 libras por metro cuadrado, por debajo del promedio de la zona.

Además de su ahorro en costos, la piedra también destaca por su capacidad para ser reutilizada en caso de demolición de un edificio. A diferencia del hormigón armado, que generalmente se tritura y se utiliza como árido, la piedra puede desmontarse y ser reutilizada en otros lugares o construcciones. Este factor de reutilización, junto con su abundancia y su menor impacto ambiental, ha llevado a afirmar que los edificios de piedra podrían tener una huella de carbono hasta un 60% menor que las construcciones de hormigón armado revestidas con láminas. El uso de piedra en la construcción no solo se queda en teoría, sino que se ha implementado en proyectos reales en diversas ciudades.

Sin embargo, no todo es positivo. Las canteras, de donde se extrae la piedra, pueden generar molestias, contaminación y afectar hábitats naturales. Aunque se celebra su potencial como alternativa más sostenible en la construcción, también se reconoce la necesidad de considerar otros factores como el impacto en la biodiversidad y las condiciones laborales en las explotaciones de canteras en ciertos países.

A pesar de sus desafíos, la piedra emerge como un recurso prometedor en un sector que busca constantemente alternativas más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Su resurgimiento se presenta como una opción viable para reducir la huella de carbono de la construcción y avanzar hacia prácticas más amigables con el entorno.

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