La construcción no volverá a ser igual gracias a estas fachadas que limpian el aire

El mundo de la construcción ha dado un paso al frente para lograr minimizar uno de los grandes problemas de las zonas urbanas y grandes ciudades, la calidad del aire.

El mundo de la construcción está creando fachadas que limpian el aire contaminado

El mundo de la construcción está creando fachadas que limpian el aire contaminado

Un equipo de investigadores de la Universidad de Córdoba está liderando una revolución en la construcción con un material capaz de abordar uno de los problemas más apremiantes en las ciudades: la contaminación del aire.

La calidad del aire se ha convertido en una preocupación constante, especialmente en áreas urbanas o grandes ciudades, y ha sido identificada como un riesgo significativo para la salud pública en España y en todo el mundo. Con niveles de contaminación alarmantes en ciudades como Madrid (29 µg/m3) y Barcelona (24 µg/m3), según el Observatorio de Sostenibilidad, la necesidad de soluciones innovadoras se antojan más urgente que nunca.

La contaminación atmosférica contribuye al efecto invernadero, y también se ha vinculado a aproximadamente siete millones de muertes prematuras anuales en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Factores como las emisiones industriales y el tráfico en las ciudades desempeñan un papel crucial en esta crisis ambiental y de salud.

Fachadas sostenibles para la construcción

El campo de la construcción sostenible ha experimentado avances notables en los últimos años, explorando diversas formas de aprovechar los edificios como herramientas para abordar los desafíos ambientales. Iniciativas como jardines verticales, tejados con paneles solares y ladrillos de plástico reciclado han surgido como ejemplos de cómo la arquitectura puede contribuir al cuidado del planeta y del medio ambiente. En este contexto, un grupo de científicos españoles ha dado un paso audaz con la creación de un compuesto químico innovador.

Estos investigadores, afiliados al Instituto Universitario de Química para la Energía y Medio Ambiente de la Universidad de Córdoba, han desarrollado un material de construcción que reacciona con el aire, descontaminándolo de manera efectiva. A diferencia de enfoques anteriores que empleaban dióxido de titanio mezclado con otros componentes, este nuevo compuesto destaca por su asequibilidad y eficacia mejorada.

Descontaminar el aire

La estrategia principal detrás de este avance es la fotocatálisis, que busca descontaminar el aire a través de las fachadas de los edificios. La novedad en este caso radica en la capacidad del material para descontaminar el aire incluso durante la noche, superando limitaciones previas. Anteriormente, la efectividad de la fotocatálisis estaba limitada a la luz ultravioleta, una pequeña fracción de la radiación solar total. Sin embargo, los investigadores han superado este obstáculo, asegurando que su material funcione tanto con luz ultravioleta como con luz visible.

El equipo se centró en los hidróxidos dobles laminares y, mediante la introducción de nanopartículas de grafeno, lograron una reacción química que prolonga el efecto catalítico, permitiendo que el material continúe descontaminando el aire hasta dos horas después de la exposición a la luz. Este avance tiene el potencial de cambiar significativamente el paisaje de las ciudades al ofrecer una solución efectiva y asequible para mejorar la calidad del aire.

La clave para la eficacia de este sistema radica en su capacidad para trabajar con luz visible, lo que permite que el proceso de descontaminación se active con solo cinco minutos de exposición a la luz. Cuando la luz incide en el material, se generan cargas que interactúan con las moléculas en la superficie. Los gases contaminantes se adhieren a la fachada y, mediante una serie de reacciones químicas, experimentan una oxidación que altera su composición.

Este material, si supera las pruebas previstas y no aumenta significativamente los costos de construcción, podría tener un impacto significativo en el futuro de las ciudades. Podríamos vislumbrar regulaciones que requieran la incorporación de estos materiales descontaminantes en la construcción, siguiendo la tendencia de las especificaciones medioambientales que se han introducido en los últimos años.

Este avance no solo representa un paso adelante en la construcción sostenible, sino que también ofrece una solución práctica y efectiva para abordar la crisis de contaminación del aire en entornos urbanos. La adopción generalizada de estos materiales podría tener un impacto positivo en la salud pública y en la sostenibilidad ambiental, allanando el camino hacia ciudades más limpias y saludables.

Salir de la versión móvil