En los últimos años estamos viviendo un cambio brusco en las temperaturas de nuestro país, en una semana atravesamos una ola de calor implacable a los pocos días, nos azotan las lluvias y el frío.
Ante las inclemencias meteorológicas, la búsqueda de soluciones eficientes y respetuosas con el medioambiente se está intensificando. Un innovador diseño arquitectónico nos ofrece una alternativa al aumento del uso de aire acondicionado, o de la calefacción.
Se trata del Muro Trombe, un sistema pasivo que enfría en verano y calienta en invierno sin consumir electricidad ni gas. Sin duda es una alternativa muy atractiva a tener en cuenta.
El muro con el que no volverás a pasar frío
El Muro Trombe, fue popularizado en 1962 por el químico francés Félix Trombe y el arquitecto Jacques Michel. Se trata de una estrategia pasiva que se integra en la fachada de los edificios. Su diseño está basado en la inercia térmica del muro, el efecto invernadero y la termocirculación.
Consiste en un muro que está construido con materiales de alta inercia, orientado al sur y pintado de oscuro para optimizar la absorción solar. Frente a este muro, se colocan cristales dobles o triples de bajas emisiones, creando una cámara de aire que aprovecha el efecto invernadero.
Cómo funciona el muro Trombe
Durante el día, el muro absorberá y almacena la radiación solar, y libera el calor que está acumulado por la noche, y así calentar el espacio de aire entre las dos estructuras. Este proceso, que funciona sin necesidad de electricidad, permitirá ajustar la temperatura mediante aberturas superiores e inferiores que controlan el flujo de aire caliente. Durante el invierno, el aire frío interior se escapa por las aberturas inferiores, ganando calor al circular entre la pared y el acristalamiento. Durante el verano, se deben abrir las compuertas superiores durante el día y las inferiores por la noche, y de esta manera refrescará el interior al permitir que el aire circule por la cámara.
Las ventajas que se nos presenta con el Muro Trombe incluyen su sostenibilidad, ya que la fuente de energía que se utiliza es renovable, tiene una construcción sencilla, y requiere un bajo mantenimiento, proporcionando una alta rentabilidad. Además, reduce de manera significativa las necesidades de calefacción y de aire acondicionado y proporciona temperaturas interiores estables.
Sin embargo, debemos considerar algunas de las limitaciones que ofrece el muro, como el costo inicial, el clima y la exposición solar de la vivienda, antes de implementar este sistema.
No cabe duda que el cambio climático está generando nuevos proyectos innovadores que son mucho más respetuosos con el medioambiente que los sistemas actuales. La conciencia social es cada vez más alta y la población está demandando un cambio en los fabricantes y en la industria para que la huella ambiental se reduzca de manera drástica. Este muro ayuda a eso, pero estamos ante un goteo constante de nuevas alternativas más respetuosas con la naturaleza que están revolucionando el mercado y la industria, y promete traer nuevos proyectos innovadores para nuestros hogares.