El pasado miércoles, 20 de septiembre, se publicó una nueva Directiva de Eficiencia Energética que entrará en vigor en unos días y que asegura que se deberán instalar bombas de calor si se quieren obtener certificados para las viviendas. De este modo se acabarán las calderas de gas y es que, según afirma la Agencia Internacional de la Energía, una bomba de calor puede ayudar a ahorrar casi 900 euros en la factura de la calefacción.
Así que esta nueva reforma obligará a los Estados miembros de la Unión Europea a que eliminen de forma progresiva las calderas de gas y diésel para 2035. Esto implica que, a partir del próximo año 2024 también se pondrá fin a las subvenciones que usen esta tecnología a partir del año 2024.
Pero, ¿Cuáles son las ventajas de cada uno de estos sistemas que proporcionan calor? Ya hemos comentado que la bomba de calor puede suponer un buen ahorro a lo largo del año pero, ¿Qué otras ventajas presenta frente a la caldera de gas?
Ventajas de la bomba de calor
Es importante considerar que las bombas de calor están transformando la calefacción residencial en todo el mundo. Estas máquinas, que pueden ser alimentadas con electricidad renovable para ser completamente limpias, también ofrecen un nivel de eficiencia tres veces superior al de una caldera de gas. En general, estas son sus ventajas:
- Sostenibilidad ambiental: Las bombas de calor son respetuosas con el medio ambiente, ya que funcionan exclusivamente con energía renovable. Los sistemas de aerotermia que utilizan son considerablemente menos contaminantes que las calderas de gas.
- Reducción del coste en la factura: Según la Agencia Internacional de la Energía, una bomba de calor puede generar un ahorro de casi 900 euros en los gastos de calefacción.
- Mantenimiento simplificado: La instalación de una bomba de calor es más sencilla en comparación con una caldera, que requiere un sistema más elaborado.
- Mayor capacidad de modulación: Las bombas de calor calculan automáticamente el equilibrio térmico necesario, a diferencia de las calderas de gas, que suelen tener rangos limitados, como 1 a 5, 1 a 3 o 1 a 8.
En cuanto a las desventajas de las bombas de calor, es importante destacar:
- Contaminación acústica: La operación de las bombas de calor puede generar ruido debido a los ventiladores y las baterías incorporadas.
- Costos de instalación: La inversión inicial para la instalación de una bomba de calor puede ser más alta en comparación con una caldera de gas.
Ventajas de la caldera de gas
Las calderas de gas operan a través de un sistema que aprovecha el calor generado por la combustión. Aunque no son particularmente eficientes en términos medioambientales, tienen una ventaja evidente: son económicas.
Pero además de ser económicas, las calderas de gas también son conocidas por ser rápidas ya que cuentan con una buena velocidad a la hora de calentar el agua. Por otra parte, también se consideran muy seguras, aunque los últimos estudios han demostrado que las bombas de calor son más fiables.
Las calderas de gas ocupan poco espacio y tienen una instalación muy económica, más que en el caso de las bombas de calor. Eso sí, en los últimos estudios se ha demostrado que las bombas de calor, a la larga, son mucho más económicas que la caldera de gas.
Según informes, la instalación de una bomba de calor en una vivienda puede costar de 2.000 a 6.000 euros, con variaciones según la empresa. En contraste, el coste de instalar una caldera de gas oscila entre 1.000 y 2.000 euros. Estas cifras reflejan las diferencias de inversión inicial entre ambos sistemas de calefacción, donde las bombas de calor tienden a ser más caras, pero ofrecen beneficios de eficiencia energética y ahorro a largo plazo, lo que podría compensar dicha inversión, especialmente teniendo en cuenta que será obligatorio dentro de un tiempo.