Uno de los restaurantes más valorados en carretera donde comen tres al precio de uno

Este restaurante de carretera se ha popularizado por sus calidad y la abundancia de sus raciones

Restaurante carretera La Bolera

Este restaurante de carretera se llena todos los días

En el pueblo de Hoz de Anero, ubicado a tan solo 27 kilómetros de Santander y al pie de la A-8, se encuentra un restaurante de gran renombre entre camioneros y viajeros.

Este pequeño enclave se ha convertido en una parada obligatoria para quienes recorren la cornisa cantábrica, gracias a la presencia de tres restaurantes que forman un auténtico triángulo gastronómico., La Flor, La Bolera y Los Arcos. No importa el día de la semana, siempre están llenos, lo que habla de la calidad y el aprecio que sus clientes tienen por estos lugares.

Cada día, decenas de camiones estacionan frente a estos restaurantes, especialmente al lado de la gasolinera, donde se ha convertido en un oasis de buena comida y descanso.

La Bolera, el restaurante con unas raciones enormes

La Bolera, uno de los más concurridos, ofrece un menú por 14,50 euros que es tan generoso que una familia podría satisfacer su hambre solo con el primer plato. Los comensales pueden servirse libremente de un enorme perolo de patatas riojanas, una de las muchas delicias caseras que estos establecimientos ofrecen. Esta modalidad de servir platos de cuchara ha ganado una gran popularidad entre los vecinos, obreros y camioneros que frecuentan el lugar.

Patricia Pérez Morante y su hermana Dolores, copropietarias de La Bolera, han creado un ambiente acogedor y familiar en el que la calidad y el precio justo son los pilares. Con un menú que varía diariamente, ofrecen opciones de primero como alubias rojas, macarrones con tomate y ensalada de pulpo, y opciones de segundo como albóndigas caseras, escalope a la milanesa y lenguado a la plancha. Además, todos los postres son caseros, lo que añade un toque especial al final de cada comida.

Ningún cliente se queda fuera

La cocina de La Bolera está abierta desde las 12 del mediodía hasta las 4:30-5 de la tarde, en un servicio continuo y eficiente. Tal es la afluencia y la satisfacción de los clientes que incluso se ha implementado un servicio de aparcacoches para organizar el estacionamiento de camiones y turismos. La solidaridad y camaradería entre los comensales es evidente, ya que muchos obreros optan por tomar su café en la barra para dejar espacio a quienes llegan con el tiempo justo para comer.

A pesar de la alta demanda, el restaurante nunca rechaza a un cliente, aunque a veces es necesario esperar. En días soleados, la terraza se convierte en una alternativa atractiva para disfrutar de la comida al aire libre. La carta de La Bolera, aunque variable, mantiene platos fijos que son verdaderos íconos de la casa, como la sopa de pescado, las albóndigas y el cabrito asado. Entre los postres, destaca la tarta de la abuela, elaborada con miel, un ingrediente especial que le da un sabor único. Estos platos suelen agotarse rápidamente, especialmente en horas punta.

Durante la temporada de vacaciones, el número de clientes de la construcción disminuye, pero aumenta el de turistas que visitan la zona, atraídos por lugares cercanos como Noja, uno de los puntos turísticos más destacados de la comunidad. Este equilibrio entre clientela local y turística asegura que La Bolera y sus restaurantes vecinos sigan siendo un punto de referencia en Hoz de Anero, ofreciendo una experiencia gastronómica inigualable a precios accesibles.

Hoz de Anero, con sus restaurantes llenos de historia y sabor, sigue siendo un destino imprescindible para los viajeros y un lugar de encuentro para la comunidad local, donde la buena comida y la hospitalidad están siempre garantizadas.

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