Hacer un testamento es una decisión que todos deberíamos tomar cuanto antes, incluso antes de hacernos mayores. Las personas que dejan a sus familiares bienes en herencia, deben organizar su repartición para evitar conflictos.
Además, hay otros motivos para hacerlo según lo establecido por la ley. Y es que aunque podamos elegir cómo queremos dejar repartidos los bienes y el patrimonio, debemos cumplir la normativa vigente.
La normativa española actual ofrece la opción de dejar un testamento válido de dos formas distintas: vital o digital. Estos dos documentos sirven para que una persona decida sobre su vida de cara al futuro. No obstante, cada uno tiene un significado distinto que los hace diferenciarse entre sí.
¿Qué es un testamento vital?
El testamento es un documento en el que se reparten bienes en herencia a los familiares de una persona fallecida. La diferencia principal con el testamento vital, es que este último no requiere del fallecimiento de la persona titular para que se cumpla según la ley.
Según indican en la web de la Clínica Asisa, el testamento vital, también llamado Documento de Instrucciones Previas o Testamento de Voluntades Anticipadas, «es un documento en el que una persona deja constancia escrita de su voluntad con relación a los tratamientos médicos a los que desea someterse o no, en caso de enfermedad».
En este sentido, esta acción no requiere que el titular haya fallecido para que se cumplan sus últimas voluntades. Y es que a pesar de que también puede cumplirse al ocurrir este suceso, es posible que deba utilizarse aun estando el testador vivo. Por ejemplo, en caso de enfermedad, si llega el momento de que el testador no pueda expresarse por sí mismo.
Además, este documento también puede incluir decisiones sobre la donación de órganos, y la designación de un representante para tomar decisiones médicas en su nombre.
¿Cuánto cuesta hacer un testamento vital?
Los notarios establecen una tarifa general de sus servicios, dependiendo de la comunidad autónoma española en la que se encuentren. Y es que estos profesionales cobran según los trámites que vayan a realizar, así que deben tener un precio fijado para cada proceso documental.
Así, establecer un precio para hacer un testamento vital en España es complicado. No obstante, según los expertos, suele rondar los 60 y 90 euros. Este precio incluye la creación del documento y su inscripción en el registro correspondiente, lo que facilita que todas las voluntades del declarante sean fácilmente accesibles y aplicables por el personal sanitario cuando sea necesario.
Este tipo de documento es esencial para esstablecer las pautas a seguir si no tenemos la capacidad de comunicarlo en el futuro. Por esta razón, los expertos recomiendan hacerlo cuanto antes, ya que se puede modificar o revocar en cualquier momento según las peticiones del testador.