La vitrocerámica es uno de los elementos más importantes dentro de una cocina y que permanezca limpia resulta clave para mantener una higiene correcta dentro de esta zona de la casa. Este es uno de los mejores trucos caseros para limpiar una vitrocerámica que está sucia sin necesidad de dañarla o de que se raye, mientras que el beneficio es que puede quedar brillante como el primer día con el siguiente ingrediente.
Para este truco de limpieza, utilizaremos productos ecológicos, como es el vinagre blanco de limpieza, el bicarbonato sódico y el limón, mientras que también será importante tener a mano un estropajo de fibra azul y una rasqueta especial para vitrocerámicas.
Hablar de una vitrocerámica es hacerlo de un electrodoméstico que sufre mucho durante una limpieza, ya que es susceptible a rayadas, quemaduras o incluso deteriorarse con facilidad después de un uso. Es por ello que la limpieza correcta resulta fundamental y en muchas ocasiones no encontramos con la tecla, con el truco o el ingrediente que nos lleve a mantener nuestra vitrocerámica limpia.
Por norma general, optamos por limpiar una vitrocerámica con un estropajo azul, de aquellos que tienen un tejido más suave que no estropea la superficie, así como también con un producto de limpieza especial para vitrocerámicas. Además, como ingrediente extra, si el cristal de la vitro estuviera muy manchado habrá que pasar con suma delicadeza una rasqueta que elimina las manchas más difíciles. También hay otras fórmulas para limpiar la placa de la vitrocerámica, sin que se raye, con algunos ingredientes o productos caseros, pero por norma general, se recomienda evitar el uso de jabones o limpiadores que sean abrasivos, caso de sprays o quitamanchas.
Cómo limpiar la vitrocerámica en cuatro pasos e ingredientes
Paso 1
Optaremos por utilizar un hielo para quitar las manchas secas, ya que este elemento o ingrediente es muy importante, si sabemos frotarlo. Daremos con un cubito de hielo por toda la superficie de la vitrocerámica y si fuera necesario, utilizaremos una rasqueta para la grasa más incrustada. Acabaremos este primer paso limpiando la placa con una bayeta de microfibra.
Paso 2
En el segundo paso, haremos una pasta de vinagre y bicarbonato de sodio. El mejor truco para que la vitrocerámica se mantenga limpia y sin rasguños es limpiándola con este producto. Es relevante que no quede ni muy líquida ni muy espesa. Deja reposar un par de minutos antes de retirar el ingrediente.
Paso 3
La manera de quitar la pasta de bicarbonato de sodio y vinagre una vez haya reposado, será utilizar un estropajo de fibra azul para extraer la suciedad acumulada, también llamado estropajo salvauñas. Si la suciedad se sigue manteniendo, opta por pasar una rasqueta por las zonas más complicadas, aunque mucho cuidado, pues la rasqueta no deja de ser una cuchilla que podría rascar el cristal de la vitro.
Paso 4
Para finalizar, pasaremos a utilizar como nuevo ingrediente para abrillantar la vitrocerámica, un limón desinfectado y con buen olor. Nuestro electrodoméstico quedará perfecto libre de manchas y sin rastro de ninguna rayadura o desgaste.