Conducir es una actividad que requiere de la más alta concentración y una adecuada condición física. Poseer el carnet de conducir no es un derecho eterno e inmodificable, y por ello la Dirección General de Tráfico (DGT) efectúa un control del cumplimiento de aquéllos para poder asegurar la seguridad vial. El estado físico y psíquico es determinante, las enfermedades y los fármacos que puedan afectar las capacidades de un conductor representan un peligro no sólo para él sino también para el resto de los usuarios de las vías.
Por esto la DGT deberá endurecer las pruebas médicas en 2025. Las modificaciones van encaminadas a la protección del estado físico de este colectivo vulnerable, de los ancianos o de aquellos que siguen ciertos tratamientos. Esto es que quienes quieran renovar su permiso de conducir deberán demostrar que cumplen las condiciones de salud requeridas. Esta condición incluye la presentación de informes médicos que demuestren la ausencia de enfermedades o de efectos adversos a causa de medicamentos. Esta es la relación de enfermedades que podrían hacerte perder el carnet de conducir según la DGT a partir del año 2025.
La DGT será más estricta a partir de 2025
Algunas enfermedades que pueden impedirte renovar el carnet son: Alzheimer y otras demencias, Epilepsia o trastornos neurológicos graves, problemas cardíacos como arritmias o infartos recientes, Diabetes insulinodependiente, Trastornos psiquiátricos como ansiedad severa o trastorno bipolar, Apnea del sueño sin tratamiento, enfermedades degenerativas como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis lateral amiotrófica. El objetivo de estas medidas es la de prevenir accidentes provocados por desmayos, la pérdida de control o la pérdida de reflejos en la carretera. En el caso de las personas de más de 70 años la revisión será más frecuente y rigurosa. Deberán renovar el carnet cada dos años realizando una serie de pruebas médicas más exhaustivas para determinar cualquier problema de salud que impida conducir.
Medicamentos bajo la vigilancia de la DGT
No solo las enfermedades son objeto de preocupación por parte de la DGT, sino que numerosos medicamentos que forman parte de la utilización común de la población también pueden afectar la capacidad de conducción. ¿Cómo identificarlos? Busca en el envase el símbolo que contiene un coche dispuesto dentro de un triángulo: esto es la advertencia. Los medicamentos más conflictivos son los siguientes:
- Ansiolíticos y antidepresivos.
- Antihistamínicos que provocan somnolencia.
- Analgésicos opiáceos.
- Antipsicóticos y anticonvulsivantes.
Todos ellos pueden provocar efectos adversos como visión borrosa, reflejos lentos o somnolencia, lo que implica un peligro para quienes los consumen al tiempo que conducen. La recomendación es muy clara: si tomas alguno de estos medicamentos, consulta siempre antes a tu médico, antes de poner el contacto. Un cambio necesario para la seguridad vial. Con estas nuevas medidas, la DGT intenta reducir los accidentes generados por problemas de salud o a causa de los medicamentos. A pesar de que pueden llegar a parecer muy restrictivas, dichas normativas intentan salvar vidas. Recuerda que ponerte al volante no es el lugar para hacerlo; estar en las mejores condiciones es la mejor manera para protegerte a ti y también a los demás en la carretera.