La Dirección General de Tráfico (DGT) impone a los conductores usar las gafas de sol más apropiadas en cada época del año. En verano, la luminosidad es más alta, y debemos recurrir a tipos de lentes que nos permitan tener una agudeza visual mínima.
Según explican desde la revista oficial del organismo, «hay que recordar a quien necesite lentes graduadas para conducir que, si quiere utilizar gafas de sol, estas deben estar también graduadas«. Y es que en muchas ocasiones, recurrimos a este tipo de accesorios de forma automática, sin pensar en que realmente puede ser un peligro para la seguridad vial.
¿Cuáles son los tipos de gafas de sol que existen?
La profesora Amalia Lorente, de la Facultad de Óptica y Optometría de la Universidad Complutense, afirma que “cuando nos ponemos gafas de sol, la pupila se abre y la agudeza visual disminuye. Si además somos amétropes (efecto ocular que ocasione un enfoque inadecuado de la imagen sobre la retina), vamos a ver mucho peor, porque se pierde contraste y se pierde nitidez”.
Esta es la razón por la que cada usuario debe elegir las gafas de sol que considere que cumplen sus necesidades, según distintos factores. Por ejemplo, además de que existan ciertos defectos visuales, también hay que tener en cuenta la luminancia del lugar donde vamos a usarlas. «No es lo mismo una calle de Nueva York, con edificios altos, que una de Torrelodones, con chalés y casas bajas”, explica la experta.
Hay tres tipos de gafas de sol: tintadas o con recubrimientos, polarizadas y fotocromáticas. Entre estas tres opciones que podemos elegir actualmente, existen variaciones para cada una de ellas.
Las tintadas llevan en la lente moléculas embebidas que absorben la radiación, de forma uniforme o degradadas. Por su parte, las polarizadas utilizan el efecto de la polarización para eliminar los reflejos. Las fotocromáticas cambian de color y de transmitancia cuando se exponen a la luz.
Estas son las que la DGT prohíbe usar al volante
En la revista oficial de la DGT informan a los conductores sobre cuáles son las gafas que no podemos llevar nunca al volante. Las multas por usar este accesorio de forma inadecuada pueden llegar hasta los 1.000 euros. La cuantía correspondiente dependerá de la gravedad de la infracción que cometamos.
Al respecto, la DGT avisa: «Nunca deben utilizarse al conducir ni gafas de sol fotocromáticas ni las de filtro de categoría 4«. La razón de esta prohibición en España es que «reducen tanto el paso de la luz que es como conducir a ciegas, y el largo tiempo de adaptación de las fotocromáticas (3-5 minutos) reducen dramática y peligrosamente la visión».
Además, es importante usar las gafas graduadas o lentes de contacto si lo necesitamos. O, en su caso, si haces uso de gafas de cerca, lo mejor es utilizar unas gafas progresivas para ver mejor la información que recibe a través del tablero del vehículo.