La DGT ha prohibido que los niños monten en coches históricos. La medida está incluida en el Nuevo Reglamento de Vehículos Históricos, y afecta a aquellos automóviles que, por su antigüedad, no cuentan con los sistemas de seguridad modernos como los cinturones de seguridad o los sistemas de retención infantil (SRI).
El cambio se centra en la protección de los más pequeños, ya que estos coches no siempre cumplen con los estándares de seguridad actuales. Así, los menores que midan 135 centímetros o menos no podrán viajar en este tipo de vehículos cuando circulen por vías interurbanas si no cuentan con los elementos básicos de seguridad.
La normativa de la DGT
En los coches históricos la seguridad no lo prioritario, por lo que ahora suponen un peligro para los niños. Según el nuevo reglamento, si un coche histórico no tiene cinturones de seguridad o no es posible instalar un sistema de retención infantil, está prohibido que menores de 135 centímetros viajen en él por vías interurbanas. Esta restricción es tajante, y busca evitar accidentes graves en situaciones donde estos niños no estarían adecuadamente protegidos.
Es importante recordar que esta prohibición afecta a cualquier coche catalogado como histórico que no cumpla con los requisitos de seguridad exigidos. La DGT afirma que la seguridad de los niños está por encima del valor sentimental o histórico del automóvil.
Límites para los coches históricos
Otra de las restricciones impuestas por la DGT es la velocidad máxima para estos vehículos. Si un coche histórico no cuenta con cinturones de seguridad en las plazas delanteras, su límite de velocidad no debe superar los 80 km/h. Aunque muchos entusiastas de estos coches ven esta medida como una limitación, la realidad es que reduce notablemente el riesgo de accidentes graves en carreteras rápidas.
Además, la normativa no solo pone el foco en los niños, sino que también afecta al resto de ocupantes. Los coches históricos, por su diseño, no están preparados para las velocidades actuales, y la falta de cinturones de seguridad incrementa el riesgo en caso de accidente. Por ello, la DGT ha decidido limitar la velocidad, buscando siempre la protección de los ocupantes.
En cuanto al asiento del copiloto, la normativa sigue las directrices ya conocidas. Solo los niños que superen los 135 centímetros de altura pueden viajar en el asiento delantero, siempre que el cinturón de seguridad quede bien ajustado a su cuerpo. Esto significa que la banda diagonal debe pasar sobre el hombro y la clavícula, mientras que la banda inferior debe quedar lo más baja posible, apoyada sobre la cadera.
En cualquier caso, la DGT sigue recomendando que los menores que midan menos de 150 centímetros sigan usando los sistemas de retención infantil, aunque superen el requisito mínimo de 135 centímetros. Esta recomendación se debe a que el uso de SRI sigue siendo la forma más segura de proteger a los niños en caso de un accidente.
La nueva normativa de la DGT busca garantizar que, independientemente del coche en el que viajen, los menores lo hagan siempre en las condiciones más seguras posibles. Aunque muchos puedan ver estas medidas como restrictivas para los amantes de los vehículos históricos, lo cierto es que están diseñadas para minimizar el riesgo en un sector del parque automovilístico que no cumple con los estándares de seguridad actuales.
Con estas nuevas reglas, la DGT refuerza su compromiso con la seguridad vial, adaptándose a los cambios sin perder de vista lo más importante: proteger a los más vulnerables en la carretera.