Cuando un familiar fallece, sus familiares deben comenzar un proceso sucesorio que conlleva una serie de trámite legales. Y es que a lo largo de los años, la mayoría de los ciudadanos acumulan un patrimonio que se debe repartir entre los herederos cuando fallecen. La herencia de una persona hace referencia a los bienes que se repartirán entre los herederos, haya o no testamento vigente redactado en vida.
Todo el mundo puede escribir un testamento ante notario que organice la herencia según sus deseos. Este paso para repartir los bienes hará que se agilice el proceso de sucesión, así como los conflictos entre los herederos.
Así puedes evitar las deudas en la herencia
A la hora de recibir una herencia, los herederos deben hacer frente a una serie de pagos que en ocasiones superan los beneficios. Entre otras cosas, antes de aceptarla deben pagar los impuestos correspondientes, que serán distintos dependiendo de la comunidad autónoma de residencia del fallecido en España.
Además, aceptarla también conlleva hacerse cargo de las deudas que dejó el fallecido. Y es que es importante tener en cuenta que no solo se heredan los beneficios, sino también las deudas y obligaciones fiscales que haya dejado en vida el testador.
En cualquier caso, existe una forma sencilla de hacer que los herederos se libren del pago de las deudas. En España, el testamento puede incluir una cláusula que mejora las condiciones del reparto para favorecer a los herederos: la libre disposición de la herencia. Esta aclaración del testador debe aparecer claramente en el texto, firmado ante notario.
La libre disposición de la herencia favorece su reparto
En el reparto de una herencia, el testador puede incluir la libre disposición para que los herederos se beneficien de sus bienes. De esta forma, no tendrán que hacer frente al pago de las deudas, si el fallecido hubiera dejado obligaciones fiscales pendientes antes de su fallecimiento.
El Código Civil español contempla la posibilidad de incluir en el testamento la libre disposición de la misma. En concreto, se puede disponer un tercio del total que se reparte entre los herederos, permitiendo destinarlo a una persona física o jurídica.
Este tercio de libre disposición podrá ser usado por los herederos para pagar las deudas del fallecido, a través de la cuenta bancaria del testador. Para ello, es necesario que se nombre a un heredero como administrador, para que sea quien gestione todos los pagos.
Por otro lado, también se puede destinar una parte a beneficio de inventario. Esta otra cláusula permitirá a los herederos librarse de las deudas del testamento, ya que se saldan a través de los bienes de la persona fallecida.