El mercado inmobiliario está atravesando un momento de transformación. Con los precios de la vivienda por las nubes y la oferta en las grandes ciudades más escasa que nunca, las casas prefabricadas empiezan a posicionarse como una alternativa viable para muchas personas. Según Idealista, el número de constructoras dedicadas a este tipo de viviendas podría triplicarse en los próximos seis años, y no es de extrañar.
En un país como España, donde la construcción tradicional sigue siendo la norma, el concepto de casas prefabricadas aún no ha despegado del todo. Actualmente, solo un 2% de las viviendas nuevas construidas utilizan este sistema, en comparación con países como Suecia, donde representa el 100%. Sin embargo, con la situación económica actual, la demanda por viviendas más asequibles y rápidas de construir va en aumento.
¿Por qué las casas prefabricadas?
La construcción tradicional es lenta, costosa y a menudo complicada. Las prefabricadas, por el contrario, ofrecen una solución más eficiente. Al ser fabricadas en una fábrica y ensambladas rápidamente en el terreno, el tiempo de construcción se reduce drásticamente. Mientras que una casa tradicional puede tardar más de un año en estar lista, una prefabricada se levanta en cuestión de meses. Y en un mercado donde el tiempo es oro, esto es un gran punto a favor.
Pero no es solo una cuestión de tiempo. También es un tema de precios. Con los precios de los materiales de construcción disparados y la mano de obra escaseando, los precios de una vivienda tradicional siguen subiendo. Las casas prefabricadas, al ser más eficientes en términos de producción, pueden ayudar a controlar estos precios y ofrecer una opción más asequible para los compradores.
Además de ser más rápidas y económicas, las casas prefabricadas también están ganando puntos en sostenibilidad. Cada vez más personas buscan opciones de vivienda que tengan un menor impacto ambiental, y este tipo de construcción permite utilizar materiales más ecológicos y controlar mejor los residuos. Idealista señala que esto atrae a un nuevo tipo de comprador, más consciente del medio ambiente y dispuesto a apostar por un hogar más sostenible.
Y por si fuera poco, las casas prefabricadas también son versátiles. Los diseños se pueden personalizar a gusto del consumidor, lo que permite a los compradores adaptar su futura vivienda a sus necesidades exactas. Esta flexibilidad está impulsando la autopromoción, es decir, aquellas personas que prefieren encargarse ellas mismas de construir su hogar a medida, sin depender de grandes promotoras inmobiliarias.
Idealista prevé un futuro prometedor
Idealista pronostica un boom en la construcción de este tipo de viviendas. Actualmente, hay alrededor de 40 empresas dedicadas a la construcción de casas prefabricadas, pero ese número podría llegar a 120 en los próximos años. Las grandes constructoras y pequeñas empresas están viendo la oportunidad de oro que representan estas viviendas en un mercado tan difícil como el actual.
El cambio no será inmediato, pero las señales están ahí. Más constructores están apostando por este modelo, y más compradores están abiertos a la idea de una casa prefabricada. El mercado de la vivienda está evolucionando, y todo apunta a que las prefabricadas serán una pieza clave en esta transformación. Con precios más accesibles, tiempos de construcción más rápidos y un enfoque en la sostenibilidad, estas casas podrían convertirse en la opción favorita de aquellos que buscan una vivienda sin complicaciones.
Por tanto, el futuro de las casas prefabricadas pinta prometedor. Con un número creciente de constructoras entrando en el juego y una demanda en alza, estas viviendas están dejando de ser una rareza para convertirse en una tendencia cada vez más común en el panorama inmobiliario.