La inclusión de las personas con discapacidad en puestos de trabajo adaptados a sus necesidades sigue siendo una utopía. Muchas personas que han sufrido una enfermedad o accidente que les ha dejado en silla de ruedas, quieren seguir trabajando en lugar de cobrar una pensión de por vida.
Esta es la situación que está viviendo Jacobo Barchín, un guardia civil de 34 años nacido en Cuenca, a quien un accidente de bici en 2020 le dejó en silla de ruedas. El joven lucha cada día por conseguir que la Dirección General de la Guardia Civil le de un trabajo acorde a sus capacidades actuales, tras esforzarse en mejorar cada día del accidente que sufrió hace 4 años.
El guardia civil cobra la pensión por discapacidad
Durante muchos años, Jacobo se preparó para el trabajo que había elegido para toda su vida: ser guardia civil. Sin embargo, un accidente de bici hizo que sus sueños se truncaran, ya que la caída le ocasionó lesiones medulares que resultaron en una discapacidad del 70%.
Desde el momento en el que comenzó su tratamiento, el joven ha luchado para recuperarse y mejorar su condición. La lesión de Jacobo es medular, por lo que no le ha afectado al habla, a escribir o a usar el ordenador de forma completamente normal.
El joven afirma que quiere dejar de vivir de la pensión, y que la Guardia Civil le derive a un puesto de trabajo acorde a sus condiciones actuales. No obstante, solo se ha encontrado con la negativa del cuerpo, por lo que sigue en su camino
Su mujer ha compartido en Facebook el malestar que les ha generado toda la situación: «Se ha vuelto, una vez más, a vulnerar los derechos de las personas con discapacidad«. Además, afirma que una vez más el sueño «se ve truncado por los miles de prejuicios que siguen presentes en la sociedad».
El joven lucha por la inclusión de las personas con discapacidad
Una vez que pasó el período de rehabilitación durante los primeros años de la recuperación, Jacobo acudió a un Tribunal Médico para que revisaran su situación. De esta forma, podría cobrar una pensión en función del grado de discapacidad que le otorgaran.
Para que pudieran ayudarle a volver al mundo laboral, Jacobo debió esperar para conseguir un documento que acreditara su grado de discapacidad. Este fue el momento en el que se enteró de que obtuvo el 70% de discapacidad, por lo que no podría volver a trabajar en la Guardia Civil.
Hasta ahora, Jacobo y su mujer han luchado para que pueda volver a la Guardia Civil desempeñando labores que sean adecuadas a su estado de salud actual. Una de las cosas que afirma es que puede trabajar en tareas de administración y otras, «¿por qué tengo que vivir de una pensión?«, afirma.
«Se supone que tenemos que avanzar hacia una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva, y a la vista está que no es así. Siguen tratando a las personas con discapacidad como despojos y como inútiles», ha lamentado su mujer en Facebook.