Una de las cosas que une a todo el mundo, es la pérdida de seres queridos a lo largo de la vida. Cuando una persona fallece, lo primero que debemos hacer es pasar el duelo y honrar su memoria. No obstante, después es importante manejar bien la herencia para evitar problemas a largo plazo. Si hay testamento esto suele ser un trámite sencillo, pero si no la cosa se complica.
Los herederos que recibirán los bienes de una persona fallecida, tendrán que empezar un proceso sucesorio. Este suele ser fácil y rápido, sobre todo si se tienen en cuenta varios aspectos importantes.
Quién paga las deudas de la herencia
El hándicap más común de la herencia de una persona fallecida, es que deja las deudas a sus herederos cuando ya no puede pagarlas. Esto quiere decir que los beneficiarios de los bienes deberán hacer frente al pago de los préstamos y las deudas de la persona que fallece.
Al ser un proceso personal y voluntario, muchas personas en España mueren sin haber dejado testamento vigente. Esto quiere decir que el reparto se hará de acuerdo a las disposiciones legales establecidas en el Código Civil.
Tras el fallecimiento de una persona, su herencia, denominada masa hereditaria, está constituida por todos los bienes, derechos y obligaciones que posee el causante. Y, por lo tanto, todo esto será heredado por las personas correspondientes, dependiendo si hay o no testamento.
En definitiva, si no hay testamento, el Código Civil organizará la herencia según la normativa. Así, cada uno de los herederos a quienes les corresponda la herencia, tendrán que hacer frente a las deudas en la proporción en la que participen en ella.
Qué pueden hacer los herederos para no pagar deudas
Al repartir la herencia, el notario tendrá que informar a los herederos tanto los activos como los pasivos que forman parte de ella. Por lo tanto, los beneficiarios conocerán de forma clara y concisa cuáles son los beneficios que conseguirán si la aceptan.
En el caso de que acepten, se aceptan las deudas y los bienes que ha dejado la personas fallecida. Si esta es la elección del heredero, lo mejor es conocer bien todos los detalles para saber si realmente ganamos aceptándola por completo.
No obstante, los herederos también pueden rechazarla o renunciar a ella, a través de una escritura pública donde manifiesta su voluntad de rechazar o renunciar a la herencia.
Esto es realmente útil cuando la herencia tiene más deudas que bienes para el beneficio del heredero, ya que hará que los beneficiarios no pierdan poder adquisitivo al quedarse con su parte correspondiente.