La DGT presenta una advertencia de notable trascendencia: determinada medicación -incluso la de venta sin receta- puede influir de forma negativa sobre tus posibilidades de conducir sin causar daños.
Un buen número de conductores ignoran que la toma de algunos fármacos puede ser tan perniciosa como la de las drogas o el propio alcohol. Si estás en tratamiento, más que recomendable, es imprescindible que examines las etiquetas o prospectos adjuntos, ya que ceder el carnet de conducir será una realidad en caso de estar tomando un fármaco que pueda interferir con la conducción.
La DGT advierte sobre los efectos de ciertos medicamentos en la conducción
Conforme a lo estipulado por la DGT, casi el 30% de los conductores alcanzados en los controles han utilizado alguna sustancia psicoactiva, ya sean drogas (legales o ilegales), alcohol o medicamentos antes de ponerse al volante. Curiosamente, muchas personas quedan asombradas al llegar a comprender el riesgo de la utilización de ciertos medicamentos comunes. Pero los efectos que pueden aparecer pueden ser muy diversos, algunos son los causantes del cansancio y la pérdida de concentración; otros, por el contrario, ofrecen un efecto completamente opuesto y causan somnolencia, mareos, visión borrosa o disminución de los reflejos, situaciones que disparan el riesgo de accidente.
Los medicamentos que más pueden afectar a la conducción son los analgésicos, los ansiolíticos, los antidepresivos, los antihistamínicos y los fármacos para dormir. Todos ellos pueden provocar cansancio y fatiga y afectar a la capacidad de concentración y ralentizar las reacciones, por lo que también son muy peligrosos al volante. De hecho, tal y como establece la Fundación CNAE, el 80% de los pacientes que toman estos fármacos no son conscientes del peligro que suponen para la conducción.
Medicamentos comunes que pueden costarte el carnet
La DGT lo deja bien claro: correr riesgo para la propia seguridad o la de los demás por las consecuencias de tomar un medicamento puede ser motivo suficiente para que te quiten el carnet de conducir. Esto tiene especial interés si se es consumidor habitual de medicamentos; los fármacos más problemáticos son los ansiolíticos y antidepresivos, que pueden provocar efectos tales como somnolencia, ansiedad o incluso nerviosismo. También hay antihistamínicos, usados para las alergias, que aminoran la capacidad de reacción.
Por otra parte, están los medicamentos que tratan las afecciones del Parkinson o la diabetes. Sufrir episodios súbitos de sueño o bajadas drásticas de azúcar en sangre puede llevar a tener un accidente grave. Para más detalles, desde 2007 existe en España un pictograma en las cajas de los fármacos: un triángulo de color rojo que contiene un coche y que expresa “Conducción: vea el prospecto”. No prohíbe la conducción, pero sí intenta hacernos ver que debemos consultar el prospecto en busca de las advertencias sobre los efectos en la conducción que puede provocar un medicamento, tal y como nos exige la normativa de circulación.
Si estás siendo tratado con un medicamento no subestimes el efecto que puede llegar a tener un medicamento en tu conducta al volante. Consulta siempre a tu médico cada vez que te encuentres ante una duda y revisa con atención las etiquetas de los fármacos porque, si la DGT llega a detectarte conduciendo con los efectos de los medicamentos, puede sancionarte con una multa y/o la retirada del carné de conducir.