La DGT ha endurecido las condiciones para la renovación del carnet de conducir a partir de 2025, con la intención de mejorar la seguridad vial. Esta nueva regulación impactará a un amplio grupo de conductores, especialmente aquellos con determinadas enfermedades o que consumen medicamentos que comprometen su capacidad de manejar un vehículo de forma segura.
Este cambio ha generado preocupación entre muchos conductores, ya que las restricciones son más amplias y estrictas que en el pasado.
El principal objetivo de la DGT es garantizar que los conductores que circulan por las carreteras estén en condiciones óptimas tanto físicas como mentales. La medida busca reducir el número de accidentes provocados por la pérdida de facultades que algunas enfermedades pueden ocasionar. La entidad ha señalado que las patologías no solo afectan a conductores mayores, sino que cualquiera que presente ciertos problemas de salud podría ver impedida la renovación de su licencia.
Las nuevas restricciones médicas de la DGT
Entre los cambios más significativos que ha anunciado la DGT se encuentra la imposibilidad de renovar el carnet de conducir para personas que sufran de determinadas enfermedades. Entre las más comunes se incluyen la apnea del sueño, la diabetes insulinodependiente y diversas afecciones cardíacas. Estos padecimientos, al afectar la capacidad de reacción, la concentración o incluso la conciencia del conductor, son considerados un riesgo tanto para el afectado como para otros usuarios de la vía.
Además de estas condiciones, el uso de ciertos medicamentos también será un factor clave en la decisión de renovación. Fármacos que alteren la percepción, la capacidad de respuesta o los reflejos podrán ser motivo para que la DGT niegue el permiso de conducir. Para evitar sanciones o negativas en la renovación, es crucial que los conductores estén al tanto de si los medicamentos que consumen están dentro de las nuevas regulaciones. En este sentido, la DGT ha facilitado una lista de medicamentos que incluyen una señal de advertencia en su etiquetado: un triángulo rojo con un coche en su interior. Esta señal alerta sobre los posibles efectos adversos que pueden tener estos fármacos en la conducción.
Conductores mayores, los más afectados
Uno de los colectivos más afectados por estas nuevas medidas es el de los conductores mayores de 65 años. Si bien en España no hay un límite de edad para conducir, la renovación del carnet se vuelve más frecuente a medida que el conductor envejece. A partir de esta edad, las pruebas médicas y psicotécnicas se realizarán cada cinco años para conductores particulares, y cada tres años en el caso de licencias profesionales. Para los conductores de más de 70 años, la evaluación será aún más rigurosa, con el fin de asegurar que mantienen la agudeza visual, los reflejos y la capacidad cognitiva necesarias para conducir con seguridad.
La DGT no pretende excluir a los conductores mayores de las carreteras, sino garantizar que solo aquellos que mantengan sus facultades intactas puedan seguir conduciendo. En caso de que en los exámenes se detecten problemas de salud que puedan agravarse con el tiempo, el periodo de validez del permiso será reducido, y se establecerán revisiones más frecuentes.
Impacto de los medicamentos en la conducción
Estas nuevas normativas responden a un esfuerzo por parte de la DGT para reducir la siniestralidad en las carreteras españolas y asegurar que quienes conducen lo hacen en condiciones adecuadas. Aunque estas medidas han generado preocupación, especialmente entre los conductores mayores, la DGT insiste en que su objetivo principal es mejorar la seguridad vial y proteger tanto a los conductores como a los peatones.