Las regulaciones en los aeropuertos y de las aerolíneas respecto a qué llevamos en las maletas pueden sorprender a los viajeros, y no conocerlas a fondo puede costarte caro.
Las consecuencias pueden ser desde una pérdida de tiempo, a confiscación de objetos personales, multas e incluso la posibilidad de que se te niegue el embarque.
Para evitar estos inconvenientes, es fundamental estar bien informado sobre qué artículos están prohibidos o restringidos al momento de preparar tu equipaje.
Lo que no puedes llevar en tu maleta
Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), la entidad encargada de gestionar los aeropuertos en España, tiene reglas específicas que buscan garantizar la seguridad de todos los pasajeros. Estas normativas son especialmente rigurosas cuando se trata de los artículos que pueden ser transportados tanto en el equipaje de mano como en el facturado. Muchas veces, los viajeros, por desconocimiento o descuido, llevan consigo objetos que están prohibidos o sujetos a restricciones, lo que puede ocasionar serios contratiempos en el control de seguridad.
Uno de los primeros obstáculos que enfrenta el viajero al pasar por un aeropuerto es el control de seguridad. Aquí, todos los objetos pasan por un escáner de rayos X, y aquellos que no cumplen con la normativa son requisados. Esto incluye, pero no se limita a, líquidos, geles, dispositivos electrónicos y ciertos alimentos. Es crucial que los pasajeros conozcan estas reglas antes de llegar al aeropuerto para evitar el mal rato de tener que deshacerse de sus pertenencias.
Uno de los errores más comunes entre los viajeros es llevar líquidos o geles que superan los 100 mililitros en su equipaje de mano. Según la normativa de seguridad, solo se permite transportar envases de hasta 100 ml, que deben estar contenidos en una bolsa de plástico transparente con una capacidad máxima de un litro. Esta medida, implementada para prevenir la amenaza de explosivos líquidos, es ineludible en todos los aeropuertos internacionales.
Existen ciertos artículos que están absolutamente prohibidos en cualquier tipo de equipaje, sin excepción. Entre estos se incluyen explosivos, fuegos artificiales, materiales radiactivos y sustancias químicas peligrosas. Además, las armas de fuego y los objetos punzocortantes, como cuchillos o navajas, no pueden llevarse en el equipaje de mano, aunque bajo ciertas condiciones y previa notificación a la aerolínea, podrían transportarse en el equipaje facturado.
Dispositivos electrónicos, baterías y alimentos
Los dispositivos electrónicos, especialmente aquellos que funcionan con baterías de litio, también están sujetos a restricciones. Las baterías de repuesto y los dispositivos con baterías de gran capacidad deben transportarse en el equipaje de mano. Específicamente, las baterías de menos de 100 vatios-hora están generalmente permitidas, mientras que aquellas entre 100 y 160 vatios-hora requieren aprobación previa por parte de la aerolínea y están limitadas en número.
Las normas sobre la transportación de alimentos y bebidas pueden variar considerablemente dependiendo del destino y la aerolínea. Mientras que los alimentos sólidos suelen estar permitidos, los líquidos como sopas, salsas y bebidas están sujetos a la ya mencionada regla de los 100 ml. Además, es importante verificar las restricciones específicas del país al que se viaja, ya que algunos tienen prohibiciones estrictas sobre la importación de ciertos productos alimenticios.
Además de las regulaciones de seguridad de AENA, las aerolíneas tienen sus propias políticas que pueden variar considerablemente. Por tanto, conocer y respetar las normativas de seguridad aeroportuaria es crucial para garantizar un viaje sin sobresaltos. Asegúrate de revisar las políticas específicas de AENA y de la aerolínea con la que viajas antes de hacer tu maleta, y evita así quedarte sin viaje por un simple descuido.