No vas a poder pedir una hipoteca si superas esta edad: los bancos les están vetando

Los créditos hipotecarios también tienen cierta edad y están restringiendo los préstamos a personas de elevada edad

Pedir una hipoteca./ Licencia Adobe Stock

Pedir una hipoteca es algo que todos hacemos cuando llegamos a cierta edad y queremos tener nuestra propia vivienda. Esto es algo habitual en las personas jóvenes, pero también en las personas un poco más mayores que deciden tener por fin una vivienda.

Los préstamos hipotecarios no se determinan en función de la edad, especialmente en la actualidad, dado que los precios inmobiliarios están descontrolados y el mercado se centra en las ciudades grandes y destinos turísticos. Obtener una hipoteca implica comprometerse durante varios años, y esto no solo se refiere al período de endeudamiento. Los bancos también consideran la edad de los solicitantes y establecen un límite para la obtención de financiación.

La expresión «la banca siempre gana» no es solamente un refrán, es una realidad. Las instituciones financieras desean recuperar su dinero y lo hacen a través de intereses. Sin embargo, ¿qué ocurre si tienes 55 años y deseas suscribir un préstamo hipotecario con un plazo de 25 años? La cosa se complica en este tipo de casos.

La edad también es importante a la hora de pedir una hipoteca

Teniendo en cuenta la situación anterior, tendríamos que llegar a los 80 años de edad, algo que no todo el mundo consigue. Llegar a los 80 años, en el mejor de los casos, es un hito que muchos aspiran a alcanzar con tranquilidad y disfrutar de una jubilación sin sobresaltos. En el peor de los casos, esa etapa puede estar marcada por preocupaciones de salud o financieras. No obstante, lo que consideramos un derecho fundamental, como es el acceso a un préstamo hipotecario, se ve sujeto a restricciones impuestas por las entidades bancarias, y una de las limitaciones más significativas es la edad. A menos que tengas los recursos necesarios para comprar una vivienda al contado, las implicaciones de estas restricciones son notorias. Si no te encuentras en esa posición afortunada, te invito a seguir explorando esta cuestión.

Hipoteca de BBVA para funcionarios
Hipoteca./ Licencia Adobe Stock

Los bancos emplean un cálculo que se torna crucial al conceder préstamos hipotecarios. Toman en cuenta tu edad al momento de solicitar el préstamo y la suman al plazo de la hipoteca. El resultado no puede superar los 75 años. Esto significa que, si tienes 50 años, el plazo para devolver tu hipoteca se limita a 25 años. En cambio, si cuentas con 65 años, tendrás solo 10 años para liquidarla.

Este segundo grupo de población, aquellos que se acercan o superan los 65 años, enfrenta un desafío adicional. ¿Pueden afrontar el compromiso hipotecario en un período de tiempo tan reducido? Esta pregunta es crucial y merece una evaluación detenida. En muchos casos, los jubilados o personas de edad avanzada pueden experimentar dificultades para cumplir con las mensualidades hipotecarias en un plazo de tiempo tan breve, lo que pone en riesgo su seguridad financiera y su calidad de vida durante la jubilación.

Es fundamental tener en cuenta que, con la esperanza de vida en constante aumento, una persona de 65 años aún tiene una buena cantidad de años por delante, lo que hace que la obtención de una hipoteca siga siendo una opción válida y relevante para muchos. Sin embargo, la imposición de plazos más cortos puede generar tensiones financieras innecesarias.

Así que la edad juega un papel importante a la hora de acceder a préstamos hipotecarios. Los bancos establecen limitaciones en cuanto al plazo de devolución, lo que puede dificultar el acceso a la vivienda para las personas de mayor edad. Aunque esta política se basa en la gestión de riesgos para los prestamistas, también debe considerarse el bienestar financiero y la calidad de vida de los prestatarios, especialmente en sus años de jubilación.

Dos titulares en vez de uno

La legislación no prescribe una norma general para esta práctica, y cada entidad bancaria desarrolla sus propios criterios. No obstante, es esencial tener presente que el propósito fundamental de los bancos es garantizar que se les devolverá el dinero prestado. Por este motivo, los especialistas aconsejan explorar diversas instituciones financieras y evaluar cuál de ellas presenta las condiciones más ventajosas según las circunstancias particulares de cada persona.

Si la edad supone un obstáculo, existe una solución para extender la duración de la hipoteca, que consiste en incorporar a un segundo titular, preferiblemente más joven. Si no puedes saldar la deuda, esta persona asumirá la responsabilidad de hacerlo. Para fortalecer aún más la seguridad de que el préstamo será reembolsado, es posible que se requiera un seguro de vida como una medida adicional.

El Banco de España ha manifestado su perspectiva al respecto y recomienda que el plazo máximo no exceda los 30 años. Siguiendo esta sugerencia, la edad máxima para solicitar una hipoteca de manera individual se sitúa en torno a los 45 años.

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