Si quieres ahorrar dinero al recibir una herencia, lo más recomendable es hacer un testamento en vida. Este documento permite al testador organizar la repartición de los bienes, y que los herederos legítimos cumplan con las últimas voluntades tras su fallecimiento. Sin embargo, muchas personas piensan que este proceso es costoso y puede acarrear muchos problemas.
Nada más lejos de la realidad, elaborar un testamento es la forma más facil de agilizar el proceso sucesorio. Y es que los expertos en herencias afirman que todos los ciudadanos deben realizar este documento antes de fallecer, ya que es un trámite económico que ayuda a repartir los bienes de forma óptima.
Además, tener un testamento válido y legal firmado por la persona causante que deja como legado todos sus bienes, permite a los herederos gestionar el patrimonio y reducir los impuestos que debemos pagar al Estado por recibir la herencia.
Existen varias modalidades que podemos elegir para que quede por escrito el reparto de los bienes deseado. No obstante, el más común es el testamento abierto, firmado ante notario y listo para su lectura tras el fallecimiento del testador.
Este documento legal permite pagar menos por la herencia
La herencia es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que son transmisibles a sus herederos o a sus legatarios tras el fallecimiento de alguien. Con el objetivo de que todo el proceso sucesorio sea beneficioso tanto para el causante como para sus herederos, lo más recomendable es hacer un testamento que refleje sus últimas voluntades.
El trámite para realizar el testamento es muy sencillo, útil y económico para ambas partes. En España, el precio oscila entre los 40 y los 80 euros, un valor económico mínimo si tenemos en cuenta todas las ventajas que tiene en relación a la herencia de la persona fallecida.
Y es que si no hay testamento válido y legal firmado por el propio testador, el Estado será el que se encargue de repartir la herencia. Esto se hace mediante las leyes hereditarias, que establece en qué orden se debe heredar en España si no existe este documento.
Esto no solo es un proceso extenso y tedioso para los herederos que reciben su parte de los bienes. Además, también es un trámite costoso si tenemos en cuenta los recursos legales que deberán utilizar para legalizar el procidimiento post mortem.
Ventajas de dejar testamento en vida
Cuando no se realiza testamento, la partición de la herencia se lleva a cabo en función de lo que determina el Código Civil español. Es decir, teniendo en cuenta la prioridad de los herederos forzosos a todos los efectos.
Por esta razón, dejar un testamento al fallecer permite que los herederos tengan muchas ventajas con respecto a la repartición de la herencia. Una de las personas que puede salir beneficiada al hacer este documento es el cónyuge. Y es que este sólo heredaría en caso de que la persona fallecida no tuviese hijos, nietos, bisnietos, padres o abuelos.
Además, la lectura de un testamento tras el fallecimiento de un familiar también evita disputas familiares y conflictos entre herederos y legatarios. Y es que el notario procede a repartir la herencia tal y como dictamina este documento según las últimas voluntades del testador. Así que las decisiones están mucho más claras y concisas al hacer un testamento en vida.