Los gatos son uno de los animales domésticos más comunes en España, junto con los perros. Así, es importante conocer los comportamientos habituales de este tipo de animales para detectar alguna necesidad.
Por norma general, los gatos distribuyen su actividad en tres acciones básicas durante el día: Comer, jugar y dormir. Si alguna de estas acciones se ve alterada, es posible que el animal se encuentre enfermo, por lo que es fácil de detectar en la mayoría de casos.
Hay que tener en cuenta que los gatos son unos animales domésticos con unas características muy marcadas. Del mismo modo, sus necesidades durante el día también lo son.
SÍNTOMAS DE ENFERMEDAD EN UN GATO
Los expertos de la compañía ‘Purina’ explican que «los gatos enfermos suelen modificar su comportamiento (duermen más, comen menos, y muestran inactividad o apatía). Cuando esto va unido a otros episodios, tales como vómitos o diarreas que superan las 24 horas, es necesario acudir al veterinario para que lo explore y determine las posibles causas».
Estos son los síntomas que más deben alertar a los dueños sobre sus gatos. Es decir, que duerman durante más horas de lo normal, coman menos y realicen una actividad más baja de lo habitual.
Ante cualquiera de estos síntomas, es recomendable que lleve a su gato al veterinario. El especialista médico analizará el estado del animal, tomará la temperatura y observará si presenta el abdomen hinchado.
También es habitual que el veterinario pregunte al dueño si ha observado posibles cambios en la orina del animal o si ha aumentado el esfuerzo a la hora de defecar. Son síntomas que pueden alertar al profesional de que existe algún tipo de problema.
La pérdida gradual de peso o cambios en el pelaje pueden ser otros de los síntomas que advierten del desarrollo de una posible enfermedad. Del mismo modo, si observa que su gato camina con sensación de desorientación también puede indicar algún problema.
Las afecciones que puede desarrollar un gato son muy variadas. Hablamos de posibles problemas neurológicos, enfermedades relacionadas con el oído o patologías que afectan a la respiración.
QUÉ HACER ANTE LOS SÍNTOMAS
En caso de detectar alguna de las señales mencionadas anteriormente, lo primordial debe ser llevar al gato al veterinario. Si bien, también es recomendable palpar el cuerpo del animal con regularidad para detectar posibles cambios; en especial en la zona del abdomen.
Al igual que ocurre con los seres humanos, la detección precoz es uno de los mecanismos más adecuados para evitar el desarrollo de una enfermedad y limitar la gravedad de la misma.
Además de todos los síntomas descritos previamente, también pueden aparecer determinadas señales que alertan a los dueños de que algo no va bien en sus mascotas.
Estos síntomas preocupantes pueden ser arcadas y vómitos recurrentes, mal aliento con regularidad, cambio en el aspecto de las heces o un aumento de la agresividad y/o irritabilidad.
También puede darse el caso de que su gato aumente la forma de rascarse o lamerse. Ante esta situación, es importante descartar la presencia de parásitos u otras enfermedades asociadas a la piel.