En medio de un verano sofocante, muchos propietarios de vehículos eléctricos, especialmente Tesla, están recurriendo a un truco viral que ha encendido las alarmas de la compañía.
La práctica en cuestión, que se ha viralizado en diversas plataformas de video y tutoriales online, consiste en envolver la toma de carga del coche eléctrico con una toalla fría y húmeda para intentar contrarrestar los efectos del calor extremo en el proceso de recarga.
La proliferación de esta técnica ha sido tal que Tesla se ha visto obligada a emitir comunicados advirtiendo en contra de su uso.
El truco viral de la toalla húmeda
El origen del truco radica en uno de los desafíos que enfrentan los propietarios de vehículos eléctricos: la velocidad de recarga se ve afectada por las altas temperaturas. En condiciones de calor extremo, el sistema de carga de los Tesla tiende a ralentizarse para evitar el sobrecalentamiento. Este fenómeno ha llevado a algunos usuarios a buscar soluciones ingeniosas para mantener sus vehículos cargando a la máxima potencia posible.
La teoría detrás de la toalla mojada es que al mantener la toma de carga más fría, se puede mitigar el calor acumulado y, por tanto, permitir que el coche recargue más rápido. En algunos casos, parece que esta estrategia funciona. Por ejemplo, un reconocido club de propietarios de Tesla en Norteamérica y la web especializada Out of Spec Studios han reportado mejoras en la potencia de recarga al utilizar este método, observando incrementos significativos en la velocidad de carga de modelos como el Tesla Model 3.
Sin embargo, Tesla ha sido enfática en desaconsejar esta práctica. La empresa ha comunicado a través de sus canales oficiales y redes sociales que envolver la toma de carga con una toalla mojada puede interferir con los sistemas de monitorización de temperatura del vehículo. Esta interferencia podría aumentar el riesgo de sobrecalentamiento y causar daños al sistema de carga, potencialmente resultando en costosas reparaciones.
Peligro en los componentes del vehículo
El uso de la toalla mojada puede parecer una solución inofensiva, pero la realidad es que los componentes de los cargadores y las baterías de los vehículos eléctricos están diseñados para operar dentro de rangos de temperatura específicos. Al intentar enfriar la toma de carga de manera externa, se puede desestabilizar este delicado equilibrio y provocar efectos adversos no previstos por los sistemas de seguridad del vehículo.
Este incidente pone de relieve un aspecto crucial del uso de vehículos eléctricos: la necesidad de comprender y respetar las recomendaciones de los fabricantes. Los avances tecnológicos en la industria automotriz están diseñados para maximizar la eficiencia y la seguridad, y cualquier alteración a estos sistemas puede tener consecuencias negativas.
Por tanto, aunque la creatividad y la búsqueda de soluciones prácticas por parte de los usuarios es comprensible, es vital que se sigan las directrices establecidas por los fabricantes de vehículos eléctricos. En este caso, Tesla ha dejado claro que el truco de la toalla mojada no solo es innecesario, sino potencialmente perjudicial. La empresa insta a sus clientes a evitar este tipo de prácticas y confiar en los sistemas de seguridad integrados en sus vehículos para garantizar un rendimiento óptimo y seguro, incluso en condiciones de calor extremo.
Así, mientras el calor sigue siendo un desafío para muchos propietarios de Tesla este verano, la compañía trabaja en mejorar continuamente la tecnología de sus vehículos para ofrecer soluciones seguras y eficaces que no pongan en riesgo la integridad de sus sistemas ni la seguridad de sus usuarios.