La campaña de la Renta ya termino hace varios meses, concretamente el 1 de julio, y la mayoría de contribuyentes ya han recibido su devolución por parte de Hacienda. Sin embargo, otros siguen esperando que Hacienda les devuelva lo que les corresponde.
Y ojo, porque el tiempo corre. Si eres de esos que todavía no ha visto el ingreso reflejado en su cuenta, es hora de hacer cálculos, porque Hacienda tiene un plazo máximo de seis meses para realizar el pago desde el final de la campaña.
¿No has recibido tu dinero aún? Pues no te desesperes aunque se esté agotando el tiempo, todavía tienes opciones para reclamar si no cumplen. Y lo mejor es que la ley está de tu lado. Si Hacienda no te paga antes de que se acabe el año, ellos mismos tendrán que añadir unos intereses de demora.
Los intereses por no pagar la declaración de la Renta
Hacienda debe abonar intereses si no paga la declaración de la Renta a los contribuyentes antes de acabar el año. Hablamos de un 4,06% anual, que no está nada mal. Eso sí, esos intereses no empiezan a contar hasta que el plazo de los seis meses se haya pasado.
Este interés lo fija el Gobierno cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado, y lleva ya seis años sin moverse ni un céntimo. Así que, si para ti Hacienda aún no ha soltado el dinero, espera un poco más, pero sabiendo que el retraso también te beneficiará en forma de intereses.
¿Por qué se retrasa la devolución de Hacienda?
Si bien Hacienda suele cumplir con los tiempos, en ocasiones hay retrasos por varias razones. A veces, si presentaste la declaración a última hora, tu expediente puede estar al final de la fila. Cuanto antes lo presentes, antes recibirás tu dinero. Además, situaciones personales complejas, como un divorcio, el nacimiento de un hijo o la inclusión de nuevas deducciones familiares, pueden hacer que tu declaración tarde más en procesarse.
Otras veces, el problema puede estar en errores simples, como un mal cálculo o un dato personal incorrecto. En estos casos, Hacienda no tarda en detectarlo, y es probable que te envíen un «Requerimiento de Datos» o una «Propuesta de Liquidación Provisional«. No te asustes, suelen ser fallos inocentes, pero inevitablemente retrasan la devolución.
También es común que los retrasos se deban a la deducción de alquiler, la venta de una vivienda o herencias. Estos movimientos financieros afectan al resultado de tu declaración y, si no cuadran con lo que esperabas, Hacienda puede tardar en verificar los datos.
Si llegamos a diciembre y todavía no has recibido nada, ya puedes reclamar. Y si no se soluciona rápido, recuerda que esos intereses de demora jugarán a tu favor. Además, con el respaldo legal, Hacienda no tendrá más remedio que pagarte lo que te debe, con intereses incluidos.
Así que, si Hacienda aún no te ha ingresado la devolución, mantén la calma. Puedes reclamar lo que te corresponde, y si el retraso persiste, al menos tendrás algo de dinero extra por la espera. No es lo ideal, pero peor es quedarse sin nada.