El Gobierno de España prevé un cambio significativo en la dinámica de las pensiones y la jubilación previstas para los próximos años hasta llegar al 2050, según se desprende de las proyecciones presentadas en el informe de gasto en pensiones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Uno de los puntos destacados es que la edad media de jubilación se espera que aumente en alrededor de 1,6 años para el año 2050, situándose en aproximadamente 65,5 años.
Este cambio se atribuye a los incentivos incluidos en la reforma de pensiones de 2021, destinados a fomentar el retraso del retiro y a la eliminación de las cláusulas de jubilación forzosa de los convenios colectivos.
Evolución de la edad de jubilación
La reforma de pensiones de 2021 introdujo dos tipos de incentivos para aquellas personas que se decidan por retrasar de manera voluntaria su jubilación más allá de la edad legal. Estos incentivos consisten en un aumento adicional del 4% sobre la cuantía de la pensión correspondiente o en una cantidad fija que se abona en un único pago. Desde mayo de 2023, los beneficiarios pueden combinar ambos tipos de incentivos según su elección. En los primeros cinco meses de este año, el 8% del total de nuevas jubilaciones corresponden a jubilaciones demoradas, casi el doble que en el mismo periodo de 2021, antes de la implementación de los nuevos incentivos.
Un cambio notable es la tendencia al retraso de la jubilación anticipada voluntaria, con solo el 18% de los jubilados anticipando el máximo posible (24 meses), en comparación con el 46% en 2021 y el 26% en 2022. Esto ha sido clave para elevar la edad efectiva de jubilación a los 65 años por primera vez, con un aumento de la edad media de jubilación de 1,6 años proyectado para 2050.
Las proyecciones del informe presentado por el Gobierno indican que, aunque en los primeros años las altas de jubilación demorada disminuirán, alrededor de 2040 estas diferencias se reducirán significativamente a medida que aquellos que se demoraron en los años anteriores se jubilen, compensando así las nuevas altas de jubilación demorada.
El impacto de estos nuevos incentivos en el retraso voluntario de la jubilación también se refleja en la estimación de la tasa de ocupación de los mayores de 65 años, que se espera que aumente del 18,4% al 27,8%, mientras que la de mayores de 55 años se incrementará del 43,8% al 48,9% en el año 2050.
Aumento del número de pensionistas
Además, el informe señala que el número de pensiones contributivas, actualmente ligeramente superior a los 10 millones, alcanzará su cifra máxima en 2053, con 14.828.356 pensiones. Más del 70% de estas van a corresponder a pensiones de jubilación, y alrededor del 21% a pensiones de viudedad.
Las proyecciones también abordan el impacto de los flujos migratorios, destacando que estos contribuirán de manera significativa a compensar las carencias de mano de obra en el mercado laboral español. Se espera que la población activa alcance su punto máximo en 2035, con una reducción gradual después de ese año.
En términos de empleo, se prevé un aumento de la tasa de ocupación del 69,7% al 79,4% entre 2023 y 2050, y se espera una reducción significativa del desempleo estructural debido a factores como la generación de empleo en sectores tecnológicos, la reducción de la temporalidad y las reformas laborales.
Por tanto, según las proyecciones del Gobierno español, se anticipan cambios sustanciales en el panorama de las pensiones y la jubilación para el año 2050, que vendrán marcados por un aumento en la edad media de jubilación y una mayor participación laboral de las personas mayores, impulsada por incentivos y reformas. Estos cambios también afectarán el número total de pensiones contributivas y se espera que las migraciones jueguen un papel crucial en el equilibrio de la mano de obra en el mercado laboral.