Este año 2024 la incapacidad permanente ha experimentado un impresionante incremento que las ha elevado hasta los 3.175,04 euros mensuales, gracias a una revalorización del 3,8%.
Este hito ha despertado un interés sin igual entre los pensionistas, quienes se preguntan cómo pueden acceder a esta cuantía máxima y si es una meta alcanzable para ellos en el panorama actual.
La Seguridad Social ha tomado la iniciativa para abordar esta inquietud generalizada, aclarando que, si bien llegar a la pensión máxima no es una tarea imposible, implica cumplir ciertos requisitos y condiciones específicas. La diversidad de situaciones laborales y las variadas bases de cotización hacen que cada caso sea único, lo que significa que no todos los beneficiarios pueden aspirar a esta cuantía máxima de forma inmediata.
Las pensiones de incapacidad permanente no solo están sujetas a la revalorización anual, sino que también pueden experimentar aumentos adicionales en consonancia con la inflación, hasta que el beneficiario alcance la edad de jubilación.
Pensión máxima con la incapacidad permanente
Para acceder al 100% de la base reguladora y obtener la cuantía máxima de la pensión de incapacidad permanente, es fundamental haber obtenido esta prestación en los últimos años de la carrera profesional. Este escenario se da principalmente en los casos de modalidad absoluta o gran invalidez, donde se presume una larga y consistente trayectoria de cotización al sistema de seguridad social.
Es relevante destacar que durante los últimos años de vida laboral, las bases de cotización suelen ser más elevadas, lo que incrementa la cantidad percibida en la pensión de incapacidad permanente.
Otra opción para poder aumentar la cuantía de la pensión se presenta a cuando el beneficiario cumple 55 años, cuando los beneficiarios con incapacidad permanente total pueden solicitar un incremento del 20% de la base reguladora. Esto significa que pasan a percibir el 75% de dicha base, en lugar del 55% que corresponde inicialmente. Sin embargo, esta medida no aplica a las modalidades absoluta o gran invalidez, donde el beneficiario recibe el 100% desde el inicio.
Combinar con otra pensión
Además, también existe la posibilidad de poder alcanzar la cuantía máxima al combinar dos pensiones contributivas, como por ejemplo, la pensión de viudedad y la de incapacidad, o también con una pensión de orfandad o en favor de familiares. Asimismo, es factible lograrlo al compatibilizar la pensión de incapacidad con la de jubilación, siempre y cuando el pensionista haya cotizado por ambas en diferentes regímenes contributivos.
Este histórico aumento en las pensiones de incapacidad permanente no solo representa un alivio financiero para los beneficiarios, sino que también subraya la importancia de comprender las diversas vías disponibles para acceder a la cuantía máxima. Esta comprensión proporciona una mayor seguridad económica y tranquilidad en el futuro de aquellos que dependen de estas prestaciones.
Cuando los beneficiarios de la pensión por incapacidad permanente, ya sea total para la profesión habitual, absoluta o gran invalidez, alcanzan la edad de jubilación, su pensión cambia automáticamente a la de jubilación. A partir de este momento, se denomina como pensión de jubilación en lugar de incapacidad permanente.