Esto es lo que ocurre si llegas a la edad de jubilación estando desempleado

Estar desempleado, especialmente para las personas que se acercan a la edad de jubilación, puede afectar de manera considerable a la futura pensión.

Desempleo edad de jubilación

Los efectos del desempleado al llegar la edad de jubilación

El desempleo es un fenómeno que afecta a millones de personas en nuestro país, dejando una marca profunda no solo en las finanzas a corto plazo, sino también en el horizonte de la jubilación.

La preocupación sobre cómo este período sin empleo puede impactar en la pensión de jubilación es una cuestión que resuena en toda la sociedad, especialmente para las personas que se acercan a la edad de jubilación

La pregunta fundamental que muchos se plantean es si el tiempo en situación de desempleo puede mermar los años de cotización a la Seguridad Social y, por consiguiente, el porcentaje de la pensión futura. La respuesta es compleja, ya que implica considerar diversos factores, como la duración del desempleo y si se recibe o no una prestación contributiva.

Así afecta el desempleo a la jubilación

Estar desempleado no necesariamente implica un riesgo inminente para la jubilación. Sin embargo, la ausencia de una prestación contributiva durante el desempleo puede afectar significativamente los años de cotización y, en última instancia, la cantidad de la pensión cuando se alcance la fecha de retiro. Esta es una preocupación especialmente relevante dado el panorama económico actual y la volatilidad en el mercado laboral.

Para comprender este punto, consideremos el requisito actual para acceder al 100% de la pensión de jubilación, que exige un mínimo de 36 años de cotización. Si una persona se encuentra desempleada durante un período prolongado sin recibir una prestación contributiva, es posible que no logre cumplir con este requisito, lo que podría resultar en una reducción significativa de la pensión.

Sin embargo, la situación cambia si el desempleado está recibiendo una prestación contributiva por desempleo. En este caso, la cotización a la Seguridad Social continúa, lo que garantiza una base de cotización similar a la que se tenía mientras se estaba empleado. Además, se sigue cotizando por otras contingencias comunes, lo que contribuye a mantener la asistencia sanitaria y a acumular meses cotizados para la jubilación.

El pago de estas cuotas se divide entre el Servicio Público de Empleo (SEPE) y el propio desempleado. Mientras el SEPE asume la cuota del empresario, el desempleado debe pagar la parte correspondiente al trabajador, que se descuenta directamente de la prestación recibida.

Fin de la prestación por desempleo

Sin embargo, una vez que termina la prestación por desempleo, la cotización se detiene, lo que puede tener un impacto negativo en la pensión futura para la jubilación. Esta transición representa un desafío para aquellas personas que dependen de esta prestación como principal fuente de ingresos y están preocupados por el impacto a largo plazo en su seguridad financiera durante la jubilación.

Para aquellos ciudadanos que deseen seguir cotizando de forma individual, existen opciones disponibles, como puede ser acogerse al convenio especial con la Seguridad Social, el cual está sujeto a ciertas condiciones. Esta alternativa puede brindar un sentido de seguridad adicional para aquellos que desean mantener un nivel óptimo de cotización y preservar su bienestar financiero en la jubilación.

Por tanto, el desempleo puede tener un efecto considerable en las futuras pensiones, especialmente si se prolonga y no se cuenta con una prestación contributiva. La clave está en estar informado sobre las opciones disponibles y tomar medidas proactivas para mitigar estos impactos. Las autoridades y las instituciones de seguridad social deben seguir trabajando para ofrecer soluciones viables y accesibles que permitan a los desempleados mantener su cotización y garantizar una jubilación digna.

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