Si te preocupas de que debes dinero a Hacienda, relajado, no eres el único. Pero cuidado, no te lo tomes tan a la ligera porque esas deudas te pueden traer problemas serios si se desarrollan.
La buena noticia es que puedes aplazar el pago para tener un poco de aire. Vamos, que Hacienda no siempre es tan mala como parece o como suelen. Aquí encontrarás todos los conceptos que necesitas para poner al día tus cuentas sin agobios.
En la Sede Electrónica de Hacienda, puedes gestionar tus deudas y decidir qué hacer con ellas. Tienes la opción de pagar, de fraccionar el pago o consultar cuáles no puedes aplazar.
Hacienda no aplaza todas las deudas
Es cierto que hay deudas que no tienen más remedio que pagarlas sin rechistar, pero hay muchas que sí pueden aplazarse y eso te da un poco más de aire para organizarte mejor. Somos conscientes de que tener deudas con Hacienda no es la mejor de las situaciones y, de hecho, puede complicarte la vida más de la que crees. Si no pones remedio, puedes acabar con embargos o sanciones que se convierten en dolor de cabeza y, lo que es peor, en un agujero más grande en tu propio bolsillo. Así que si te encuentras en esta situación, lo más inteligente es poner remedios lo antes posible.
Cómo puedes aplazar tus deudas con Hacienda
Si te ves apurado y no tienes cómo pagar en estos momentos, no te preocupes. Hacienda te ofrece la opción de aplazar o fraccionar tus deudas, siempre y cuando entren en las categorías que permite la ley. Es fundamental tener en cuenta que solo puedes solicitar un aplazamiento de pago mientras no hayas recibido la notificación de la venta de tus bienes embargados. Esto significa que hay un límite de tiempo y no puedes dejar esta gestión para el último minuto. Además, es importante señalar que no todas las deudas son elegibles para este aplazamiento. Por ejemplo, aquellas deudas asociadas a tributos que se manejan con documentos timbrados, así como las obligaciones tributarias de retenciones, no podrán ser aplazadas. Lo mismo ocurre con las deudas derivadas de decisiones de recuperación de ayudas de Estado, entre otras.
Antes de que empieces a planificar, debes examinar con cuidado tu situación financiera. Estas son las deudas que se pueden aplazar.
- Deudas cuya exacción va por medios timbrados.
- Deudas que corresponden a obligaciones que debe cumplir el retenedor.
- Deudas que derivan de la ejecución de ayudas de Estado.
- Deudas de obligaciones tributarias del ciudadano al fraccionar el Impuesto sobre Sociedades.
Deudas de tributos que deban ser legalmente repercutidos salvo que se justifique debidamente que las cuotas repercutidas no han sido efectivamente pagadas.En conclusión, si identificas alguna deuda que sí pueda ser aplazada, no dudes en solicitar dicho aplazamiento para aliviar tu carga económica momentáneamente. Sin embargo, si tus deudas no se ajustan a los criterios de aplazamiento, deberás proceder a su pago. Asegúrate de revisar tu situación y de contactar con Hacienda para evitar complicaciones futuras.