El Gobierno español está considerando un plan que va a permitir a los trabajadores acceder a la jubilación anticipada a los 62 años en ciertas profesiones que enfrentan condiciones laborales difíciles.
Esta medida surge como parte de una serie de reformas en el sistema de la Seguridad Social, con el objetivo de reconocer la penosidad y riesgo asociados a ciertos trabajos y ofrecer una salida anticipada del mercado laboral para aquellos que lo necesiten.
La propuesta, si finalmente llega a implementarse, abriría la posibilidad de acceder a una jubilación anticipada mejorada hasta tres años antes de la edad legal de retiro. Esto es especialmente significativo dado el proceso de aumento progresivo de la edad de jubilación en España, que está programado para alcanzar los 67 años en 2027. Con esta medida, la edad legal de retiro se establecería en este nivel, con la opción de jubilación anticipada ordinaria a los 65 años y la posibilidad excepcional de jubilación a los 62 años para ciertas profesiones.
Reforma de la jubilación anticipada
El enfoque principal del plan es crear un marco para la admisión de nuevas profesiones que enfrentan condiciones laborales especialmente difíciles. Esto se haría mediante la aplicación de criterios comunes y justos para todos los sectores. Se espera que el sistema incluya indicadores objetivos para determinar la elegibilidad de una profesión para la jubilación anticipada, basados en factores como la penosidad por edad y otros aspectos relevantes de la labor desempeñada.
Sin embargo, la propuesta también establece condiciones específicas para acceder a esta jubilación anticipada mejorada. Por ejemplo, se requeriría que las profesiones estén reconocidas en un convenio colectivo sectorial y que las plantillas cuenten con al menos un 85% de contratos indefinidos. Además, se llevaría a cabo una evaluación individual de cada caso para determinar la pertinencia de la jubilación anticipada por riesgo o alta penosidad en el trabajo.
Indicadores de coeficientes
El proyecto de real decreto también contempla la creación de indicadores que justifiquen la aplicación de coeficientes a partir de la incidencia, persistencia y duración de los problemas de salud laboral, como las bajas laborales o las incapacidades permanentes. Estos criterios se utilizarían para garantizar que la jubilación anticipada se otorgue de manera justa y equitativa.
La propuesta ha provocado reacciones positivas y negativas, con algunos expresando preocupación por cómo se determinarán las profesiones elegibles y si se garantizará una evaluación justa de cada caso individual. Sin embargo, para muchos trabajadores que desempeñan trabajos físicamente exigentes, esta medida representa un alivio y un reconocimiento de su contribución al mercado laboral.
Es importante destacar que este plan todavía se encuentra en fase de propuesta y no ha sido implementado oficialmente. Se espera que haya un debate más amplio y consultas adicionales con los diversos actores involucrados antes de que se tome una decisión final. Además, cualquier cambio en el sistema de jubilación tendría implicaciones significativas para los trabajadores, los empleadores y el sistema de seguridad social en su conjunto.
Por tanto, el plan del Gobierno español para permitir la jubilación a los 62 años en ciertas profesiones representa un intento de abordar las necesidades específicas de los trabajadores que enfrentan condiciones laborales difíciles, siempre que se cumplan ciertos criterios y se realice una evaluación justa de cada caso.