Una reciente filtración ha sacado a la luz las preguntas que el tribunal médico realiza para conceder la incapacidad permanente. Para quienes se enfrentan a este proceso, el momento de la evaluación puede ser uno de los más estresantes. Pero ahora, con estas preguntas en la mano, quizás se puede llegar un poco más preparado y es más factible que puedan concederte la pensión.
Sufrir una enfermedad que te incapacita para trabajar es, sin duda, un mal trago. A nadie le gusta la idea de pasar por ello, pero la vida a veces tiene sus propios planes. Y, en un sistema como el nuestro, donde muchos dependen de un salario para llegar a fin de mes, una incapacidad puede ser devastadora.
Por suerte, en España contamos con una red de seguridad que incluye la posibilidad de recibir una pensión por incapacidad permanente. Sin embargo, para acceder a ella, primero hay que enfrentarse al Tribunal Médico.
El Tribunal Médico para la incapacidad permanente
Este tribunal, formado por el Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), tiene la difícil tarea de decidir si la persona solicitante realmente califica para recibir la pensión. Y no es un proceso sencillo. A través de una serie de preguntas, los médicos intentan entender hasta qué punto la enfermedad o el accidente ha afectado la capacidad de la persona para trabajar.
Ahora, gracias a la filtración, sabemos cuáles son algunas de esas preguntas clave, y no, no son nada fáciles.
Preguntas del Tribunal Médico
Entre las preguntas más comunes que hace el tribunal, se encuentran algunas aparentemente sencillas, pero que esconden detalles cruciales. Una de ellas es: «¿Has mejorado de tu enfermedad desde que estás de baja?». Aquí, la clave está en cómo se responde, porque no se trata solo de decir si uno se siente mejor o peor, sino de demostrar cómo esa mejora (o falta de ella) impacta en la vida laboral.
Otra pregunta clásica es: «¿Qué tareas hacías en tu trabajo?». Esta no solo busca saber en qué trabajabas, sino que quiere entender si esas tareas son algo que podrías volver a hacer. Si tu trabajo consistía en levantar cargas pesadas y ahora tienes una lesión de espalda, tu respuesta cobra un significado distinto.
El tribunal también quiere saber cómo te sientes ese día: «¿Cómo estás y cómo te sientes hoy?«. Parece inocente, pero es una forma de evaluar si la persona tiene días buenos o malos, y cómo estos influyen en su capacidad para trabajar.
Hay otras preguntas que pueden poner a cualquiera en un aprieto. Por ejemplo, «¿Cuáles son las dificultades que encuentras a la hora de realizar tu trabajo?» o «¿Estás de acuerdo con lo que dice la mutua sobre tu estado?«. Aquí, lo importante no es solo lo que se dice, sino cómo se dice. Es crucial que la respuesta refleje honestamente la realidad de la situación sin caer en exageraciones.
Para muchas personas, enfrentar al Tribunal Médico es el último paso para obtener una ayuda vital. La incapacidad permanente no es algo que se conceda a la ligera, y el Estado tiene que asegurarse de que quien la recibe realmente la necesita. Pero con estas preguntas filtradas, al menos quienes estén en ese proceso tendrán una idea de lo que les espera. Eso sí, no olvidemos que lo importante no es solo lo que respondas, sino cómo.