En los concesionarios de automóviles, se observa una marcada disminución en la preferencia por los coches con cambio manual, debido a que las transmisiones más complejas y propensas a averías están siendo reemplazadas por las automáticas de última generación.
El porcentaje de coches automáticos vendidos en España ha experimentado un notable aumento en apenas unos años. Mientras que en 2020 representaban el 40% de las ventas, en la actualidad superan el 50%, dirigiéndose rápidamente hacia el 60%.
Este cambio de tendencia se atribuye a diversos factores, siendo uno de ellos la estrategia de los fabricantes de reducir las opciones mecánicas disponibles para abaratar costos.
Aumentan los coches automáticos
La rentabilidad de los modelos sin cambio manual es evidente, ya que desde la concepción inicial y desarrollo de estos vehículos se evitan los costos asociados con la adaptación y diseño de transmisiones manuales. Además, en la línea de ensamblaje, se reducen los costos al ofrecer menos opciones, lo que resulta en una producción más eficiente.
Aunque en España aún nos encontramos lejos del mercado norteamericano, donde más del 90% de los coches son automáticos, estamos claramente encaminados en esa dirección. Esto se ve acentuado, sobre todo, por la realidad de que los coches eléctricos e híbridos generalmente no se comercializan con cambio manual, con raras excepciones en modelos muy particulares de marcas como Toyota.
Sin embargo, este cambio de paradigma no solo plantea cuestiones prácticas sino que también genera un problema significativo para la DGT y la mayoría de las autoescuelas en España. El dilema reside en que únicamente el 10% de las autoescuelas en la actualidad ofrece la posibilidad de realizar el examen de conducción con un coche automático, lo que se convierte en un auténtico obstáculo para los aspirantes a conductores.
Desafíos con el cambio automático
La dirección hacia el aumento de los automáticos adquiere dos dimensiones a tener en cuenta:
- Las autoescuelas se enfrentan dificultades para adquirir automóviles con cambio manual, ya que las opciones disponibles en el mercado son cada vez más limitadas.
- El hecho de que exista un examen exclusivo para coches automáticos implica que aquellos que obtienen su licencia con un automático no pueden conducir coches manuales, lo que se convierte en una restricción significativa.
En este contexto, el código 78 asignado al carnet de conducir obtenido con un coche automático implica que el titular no está autorizado para conducir coches manuales. Frente a esta situación, CNAE insta a la DGT a adoptar el enfoque de otros países europeos, como Alemania, Suiza y Francia, donde los exámenes realizados con coches automáticos son válidos para conducir coches manuales después de completar un curso puente.
Es esencial que la DGT considere la posibilidad de brindar a los alumnos la oportunidad de recibir formación en ambas transmisiones durante su paso por la autoescuela, independientemente del tipo de vehículo utilizado para el examen. Este problema requiere una pronta solución, ya que la era de los coches con cambio manual llega a su fin, y las implicaciones para los conductores y las autoescuelas deben ser abordadas de manera proactiva y eficaz. La adaptación de los procedimientos de examen y la flexibilidad en la formación se perfilan como pasos cruciales en este proceso de transición hacia una conducción cada vez más automatizada.