Mazda, en su visión del futuro de los coches eléctricos deportivos, ha propuesto una solución única: incorporar el motor rotativo en lugar de optar por la tendencia completamente eléctrica.
En el Salón de Tokio, la marca japonesa ha presentado el prototipo Iconic SP, un vehículo eléctrico que integra el característico motor rotativo para preservar las características distintivas de sus deportivos: potencia y ligereza.
Aunque la identificación exacta, ya sea como Mazda MX-5 o un nuevo Mazda RX-7, no está confirmada, el Iconic SP ha adelantado el enfoque mecánico de los futuros modelos que tendrá de la compañía. La propuesta combina el motor rotativo con baterías y un motor eléctrico, siguiendo la estrategia empleada en el Mazda MX-30, un eléctrico de autonomía extendida que funciona como un híbrido enchufable en serie.
Mazda apuesta por combinar los coches eléctricos
En el contexto actual, donde existe una lucha por posicionarse en el mercado de los motores de cara al futuro, la transición hacia vehículos eléctricos es una tendencia marcada, pero con una dura competencia por parte de los fabricantes que optan por otro tipo de motores con prestaciones similares a los motores de diésel o gasolina. Por eso Mazda destaca su resistencia a adoptar completamente la tecnología eléctrica. Abogan por la fórmula de vehículo eléctrico de autonomía extendida, diseñado para operar principalmente en modo eléctrico en el uso diario, pero con un motor de combustión interna para viajes más largos y así poder presentar una mayor autonomía.
Este planteamiento está alineado con las regulaciones europeas que, a partir de 2035, prohíben la venta de vehículos con motores de combustión, alentando así a los fabricantes a invertir en vehículos puramente eléctricos. Aunque Euro 7 ha reducido las restricciones previstas, los fabricantes continúan electrificando sus flotas, utilizando híbridos enchufables como transición.
Características de los coches Mazda
El Iconic SP de Mazda se destaca como un híbrido en serie, donde el motor de combustión no impulsa directamente las ruedas, sino que actúa como generador eléctrico para cargar las baterías, mientras que un motor eléctrico proporciona la potencia a las ruedas. Esta configuración provoca que el vehículo se comporte de manera más suave, ofreciendo de esta manera una experiencia de conducción eléctrica sin interrupciones perceptibles.
El toque distintivo de Mazda es la incorporación de un motor rotativo, un propulsor caracterizado por su diseño único creado por Felix Wankel. El motor rotativo, aunque abandonado en el pasado debido a problemas de eficiencia y consumo de combustible, ha sido rescatado por Mazda, destacando su gran capacidad para mantener un sonido distintivo y poder ofrecer altas revoluciones por minuto.
En resumen, Mazda ha ideado una estrategia que combina el motor rotativo con baterías eléctricas, permitiendo un vehículo eléctrico de autonomía extendida que conserva la suavidad del motor rotativo y la ligereza de los coches de la marca. Este enfoque proporciona flexibilidad, ya que el motor rotativo puede utilizar varios combustibles, incluido el hidrógeno y combustibles sintéticos. Con un peso de 1.430 kg y una potencia anunciada de 370 CV, el Mazda Iconic SP promete ofrecer un coche eléctrico deportivo que se mantiene liviano y dinámicamente ágil.