El cuidado de la piel es esencial a todas las edades, sobre todo a partir de los 25 años. No obstante, los dermatólogos recomiendan realizar una limpieza e hidratación más exhaustiva a medida que va pasando el tiempo. Existe un ingrediente que tienes en casa que te ayudará a combatir la flacidez y las arrugas, las consecuencias más comunes del paso de los años.
En este caso, este ingrediente casero ayudará a potenciar la producción de colágeno en el tejido cutáneo. Y es que este compuesto es indispensable incluirlo en la rutina de cuidado facial para conseguir evitar que la piel sufra los daños del paso del tiempo de forma prematura.
El ingrediente que cuida tu piel y combate la flacidez
Hoy en día en las tiendas podemos encontrar cientos de productos para el cuidado de la piel, que están destinados a cuidar distintas afecciones cutáneas. En caso de que necesites que siga produciendo colágeno de forma natural, existe un producto que tienes en casa que te ayudará a conseguirlo.
En concreto, se trata de la maicena, también conocida como almidón de maíz, una especie de harina muy fina que se obtiene gracias a la molienda y el procesamiento de los granos de este vegetal.
Entre otras cosas, es un ingrediente rico en vitamina E, por lo que tiene grandes propiedades antioxidantes. Esta harina de maíz es un tratamiento natural que, debido a su función protectora contra la oxidación de la piel provocada por radicales libres, combate los signos de la edad.
Este producto se puede usar como tratamiento para la piel cuando vamos cumpliendo años. Así que, en este artículo, te vamos a contar cómo puedes preparar la mascarilla más eficaz contra la flacidez y las arrugas que necesitas para retrasar el envejecimiento prematuro.
Mascarilla con maicena para combatir arrugas
La maicena, o harina de maíz, es el ingrediente ideal para preparar una mascarilla que combate las arrugas y la flacidez en la piel. Así, estos son los pasos que debes seguir para elaborar este remedio casero en pocos minutos:
- En una olla mezcla un vaso de leche de almendras y 2 cucharadas de maicena, y ponlos a calentar a fuego lento.
- Es importante que remuevas el líquido resultante hasta conseguir una pasta homogénea y espesa.
- A continuación, añade aceite de coco y el líquido de una cápsula de vitamina E a la mezcla.
Para aplicarla en las zonas que quieras tratar, deberás limpiarlas previamente de forma generosa. Así, una vez que hayas secado la zona donde vas a aplicar la mascarilla de maicena, podrás aplicarla en el cuello y el rostro.
Por último, para que el ungüento se absorba mejor en la piel, masajéala suavemente con movimientos circulares para estimular la circulación y déjala actuar durante 15-20 minutos. Una vez que haya pasado el tiempo, deberás retirar el exceso de producto y lavar la zona como lo harías normalmente.