Se ha iniciado una carrera constante en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles, y el estudiante australiano Keagan Howell, del Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT), ha ideado un revolucionario sistema que podría cambiar la forma en que construimos. Se trata de Linko, un conjunto de piezas de plástico recicladas, diseñadas para interconectar ladrillos y construir paredes de manera rápida y eficiente, eliminando la necesidad de usar el cemento.
En el ámbito de la construcción, donde la tecnología está cada vez más presente, surgen soluciones ingeniosas que ayudan simplifican el trabajo, y también abordan problemas medioambientales, buscando así la eficiencia y sostenibilidad en los materiales.
Howell se propuso encontrar una alternativa al cemento, ya que se trata de un material contaminante y que favorece el temido cambio climático. Su respuesta fue reciclar el plástico, un material también dañino para el medio ambiente, pero que podría transformarse en un recurso valioso.
Qué cambia en las construcción de este ladrillo
A diferencia de otros enfoques que implican fabricar ladrillos con plástico reciclado, Howell diseñó un sistema de piezas de plástico que actúan como pegamento entre los ladrillos, permitiendo un ensamblaje similar al de las piezas de Lego. Este innovador concepto, denominado Linko, le valió a Howell ser finalista en su país del James Dyson Award y, lo que es más importante, podría tener un impacto significativo en la industria de la construcción en el futuro.
La inspiración detrás de Linko proviene de la preocupación de Howell por la cantidad de desechos plásticos generados por el ser humano y su impacto ambiental, especialmente en países en vías de desarrollo. Buscaba una manera de reutilizar estos desechos plásticos en la construcción, un sector que genera una cantidad considerable de residuos.
Howell, además de estudiar en el RMIT, dirige su propia empresa de impresión 3D, lo que le proporcionó la base tecnológica para explorar soluciones innovadoras y más agradecidas con el medio ambiente. Su proceso de desarrollo ha involucrado la identificación de la composición y forma adecuadas para las piezas de plástico, utilizando modelos impresos en 3D a escala para evaluar el rendimiento y poder perfeccionar el diseño.
La utilización práctica de este nuevo ladrillo
La verdadera magia de Linko se revela en su aplicación práctica. Al dejar de utilizar el cemento o mortero tradicional para unir ladrillos, Linko aprovecha los dos agujeros presentes en cada ladrillo de mampostería y los conectores de plástico. Estos conectores se insertan con precisión y firmeza en los orificios, permitiendo la creación de estructuras sólidas de manera rápida y sin complicaciones.
La simplicidad del sistema se asemeja al ensamblaje de piezas de Lego, lo que significa que no se requieren habilidades especializadas. Howell también diseñó conectores de 90º para las esquinas, asegurando una conexión estable incluso en estos puntos críticos.
El enfoque de Howell no solo se centra en la eficiencia de la construcción, sino también en abordar el problema de los desechos plásticos. Si Linko se adoptara a nivel industrial, podría eliminar grandes cantidades de material de desecho plástico, contribuyendo así al desarrollo de una economía circular sostenible y a mejorar el medio ambiente.