La importancia de hacer un testamento es algo que debemos tener en cuenta para evitar conflictos familiares. Además, otra de las ventajas de realizar este documento válido y legal en vida, es que los bienes se repartirán siguiendo las últimas voluntades del familiar fallecido. Uno de los más comunes es el testamento ológrafo, que permite al testador escribir sus deseos en un papel escrito a mano. Sin embargo, este documento debe cumplir con unos requisitos, que vienen determinados por el Código Civil español.
Esta forma de traspasar la herencia a los herederos legalmente, no requiere de la presencia de un notario. Es decir, se trata de un testamento escrito a mano por la persona fallecida, que tiene la misma validez legal que aquel presentado ante notario.
El problema principal que se encuentran los expertos en herencia al repartir bienes de personas que han fallecido, es que no todo el mundo conoce el derecho de sucesiones. Y es que hay quienes piensan que cualquier forma de expresar su voluntad será vinculante de cara al momento de repartir su herencia. Pero esto no es así, y la forma debe cumplir con las condiciones recogidas en el Código Civil.
Verificar la autenticidad del testamento ológrafo
Cualquier ciudadano puede escribir a mano su testamento, y este será válido siempre que cumpla con los protocolos pertinentes. En el caso de que falle algún requisito indispensable, este documento no tendrá validez legal y la repartición de la herencia se hará según dictamina el Código Civil.
Existe un detalle crucial que sirve para verificar la autenticidad de este testamento ológrafo ante notario: la escritura del testador. Cada persona tenemos una serie de características únicas que hacen que la forma de escribir también sea distinta.
Y es que para comprobar la validez del documento ante notario, este debe estar escrito a mano, firmado por el testador y fechado con día, mes y año. Para verificar su validez y que no queden dudas ante la ley, se pueden presentar testigos que certifiquen la autenticidad del testamento.
No obstante, si esto no es posible, el testamento será presentado para una prueba pericial caligráfica para poder demostrar su autenticidad. Por lo que esta prueba es crucial para que este documento pueda ser tomado como oficial tras la muerte de un familiar.
Otras pruebas para verificar su validez
Además de esto, también se debe cumplir el requisito de que el documento escrito pertenezca a una persona mayor de edad. De lo contrario, no se contempla esta figura. Además, en el caso de que haya algún error, el testador al escribirlo podrá tacharlo y firmar debajo para demostrar que es una enmienda.
Por otro lado, este testamento ológrafo debe protocolizarse. Los familiares deberán presentar el documento en los 5 años siguientes al fallecimiento del testador ante notario. Este por su parte, extenderá el acta de protocolización de conformidad con la legislación notarial.
La emisión de acta por parte del notario, que acordará la protocolización del escrito en los registros notariales si el análisis resulta positivo. En caso de que resulte negativo, se rechazará el documento.