El panorama de las pensiones no contributivas dará un importante giro en 2025. Estas prestaciones están destinadas a las personas que no tienen lo suficiente para sus ingresos ni para la cotización mínima exigida para una pensión contributiva. Las prestaciones no contributivas se mantendrán en el ojo del huracán en las políticas sociales. Los cambios proyectados pretenden reducir la brecha entre las prestaciones mínimas y el umbral de la pobreza. A muchos ciudadanos vulnerables pueden beneficiarles estos hipotéticos cambios.
El Gobierno ya se va anticipando para indicar un importante incremento en las pensiones no contributivas para cumplir con su compromiso de acercarlas al 75% del umbral de pobreza para hogares unipersonales. Así en 2024 estas prestaciones quedaron fijadas en 7.250,60 euros anuales, y el anuncio de seguir creciendo de manera sostenida hasta 2027 parece que está garantizado. Con esto se quieren garantizar la vida de las personas que sean beneficiarias de las pensiones no contributivas en cuestión de derechos de las pensiones no contributivas y frente al impacto de la inflación.
El sistema sigue criterios claros y estrictos para determinar a qué tipo de personas se puede otorgar una pensión no contributiva. Existen requisitos muy llamativos como tener ingresos anuales inferiores a los que estén marcadas en la Ley de Presupuestos, cumplir con determinadas condiciones respecto a la residencia o, en caso de dudas, ser parte de las pensiones no contributivas por invalidez de tener un grado de reconocida discapacidad igual o superior a un 65%.
Requisitos para una pensión no contributiva
La pensión no contributiva de jubilación es un respaldo para las personas de 65 años o más que hayan residido en España un periodo de tiempo no inferior a 10 años, de los cuales ha de ser de, al menos, dos los que sean consecutivos y anteriores en el tiempo a la solicitud. Esta ayuda implica no solo la posibilidad de disfrutar de una prestación económica, sino que permite también el acceso gratuito de la asistencia médica y de los servicios sociales complementarios.
El obtener esta ayuda va a depender de los ingresos que tenga la persona solicitante y los ingresos que, si es el caso, tenga su unidad económica de convivencia. El objetivo de esta medida radica en apoyar a las personas que realmente lo necesitan; es decir, para que no se pueda decir que existe una persona mayor que no pueda acceder a la misma porque carezca de recursos de cualquier tipo.
Pensión no contributiva de invalidez: cantidades y requisitos
En relación a la pensión no contributiva por invalidez, los solicitantes de la misma tienen que tener una edad de entre 18 y 65 años y, además, se tiene que acreditar una discapacidad igual o superior a 65%. Además, es condición imprescindible acreditar una residencia legal en España con antelación de 5 años, de los que las dos últimas han de ser un año anterior a la solicitud y tienen que ser de forma consecutiva. La cantidad de esta prestación dependerá de los ingresos que posea el beneficiario, y de su correspondiente núcleo familiar. En el año 2024 la cantidad íntegra fue de 7.250,60 euros anuales, aunque pudiera ser determinada o reducirse si hay otros ingresos en la unidad familiar.
Aun así, se intenta que estas pensiones se conviertan en un instrumento básico y emblemático que asegure la protección de las personas con una discapacidad que no pueden acreditar una cotización suficiente.