El sistema de pensiones en el que se basan las jubilaciones en España ha dado un giro que favorece a miles de ellos. Si no has podido llegar a cotizar 15 años, todavía puedes llegar a tener acceso a una pensión. Las pensiones no contributivas son una alternativa que afloran y que resulta ser un recurso estratégico para todas aquellas personas que, cuando alcanzan la jubilación, no consiguen llegar al mínimo de cotizaciones exigido.
Para empezar el 2025, estas ayudas van a ser aumentadas claramente ya que se establece una revalorización anual de aproximadamente unos 350 euros. Con esta medida lo que se busca es equipararlas al 75 por ciento del umbral de pobreza que se establece para el 2027 y, al mismo tiempo, procurar el aumento del nivel de vida de las personas pensionistas más vulnerables que llegan a recibirla. También, con el tema de la inflación mermando la economía de todo el mundo, la revalorización llega como un alivio esperado con el que contar por parte de las personas que llegan a depender de este tipo de pensiones. Las pensiones no contributivas están orientadas a las personas de más de 65 años que no han llegado al mínimo de años de cotizaciones llegados a la jubilación o que sus ingresos, cuando se cumplen, son escasos para cumplir con sus propias necesidades.
Requisitos necesarios para poder acceder a la pensión no contributiva
Las pensiones no contributivas que se encuentran reguladas por el IMSERSO son pensiones de tipo asistencial, por lo que para poder ser solicitadas es necesario cumplir unos determinados requisitos como los siguientes: tener cumplidos 65 años o más, que la persona solicitante resida legalmente en España durante al menos 10 años dentro del intervalo de edad desde los 16 años hasta la fecha de la solicitud (siendo dos de estos 10 años los que sean inmediatamente anteriores a la solicitud en sí misma); y presentar la prueba de que la cantidad de ingresos de carácter anual no superan el importe de 7.250,60 euros (aunque esta cantidad en concreto varía dependiendo del número de convivientes que haya en el hogar). Si apareces en el cumplimiento de la exigencia, puedes proponer la solicitud en la oficina de servicios sociales de la comunidad autónoma que te corresponda o bien a través de la página web del IMSERSO donde queda descrito este trámite. Se trata de un trámite sencillo y, de hecho, en muchos casos depender de esta paga puede suponer un salvavidas para las personas que no pueden acceder a la pensión contributiva.
Cuantías de la pensión no contributiva para el año 2025
En el año 2025 el importe a que equivale el íntegro de esta prestación es un importe aproximado de unos 517,90 euros mensuales, equivalentes a 7.250,60 euros anuales en las determinadas circunstancias. Esta cantidad es, como decimos, diferente de acuerdo a número de beneficiarios: Por ejemplo: Dos beneficiarios: 440,22 euros al mes por persona. Tres o más beneficiarios: 414,32 euros al mes por persona. La pensión no contributiva, una prestación reconocida y no contributiva, aunque se acaba el futuro como asistencias, medicina-farmacéutica en tanto que se acaba el futuro en servicios sociales complementarios, de manera que se acaba el futuro como prestación integral. La progresión, prevista para el 2025, constituye una mejora significativa, aunque de hecho se trata únicamente de un avance en un plan de futuro a partir de la mejora de la situación de los jubilados con menos recursos.